lunes, 26 de agosto de 2013

Washington y Moscú con diferentes miradas

Mientras sigue la labor de los investigadores de la ONU, los Estados Unidos dicen tener pocas dudas de que el régimen usó armas químicas. El de Rusia está convencido de lo contrario.



El gobierno de los Estados Unidos tiene pocas dudas de que el ejército sirio haya usado armas químicas contra los rebeldes la semana pasada. El de Moscú insiste, en cambio, en las dudas que haya sido una treta de los rebeldes para provocar una intervención de los Estados Unidos en el conflicto o, mejor, un apoyo más sustancial en armamento pesado y con el bloqueo del espacio aéreo sirio, neutralizando de este modo las fuerzas aéreas de Damasco.

Eso movería la aguja de la balanza hacia los rebeldes, que desde hace tiempo vienen acumulando reveses, sin poder parar la ofensiva del gobierno.

Por cierto, entre las tantas cosas que no cierran del supuesto bombardeo de la semana pasada, hay que incluir el hecho de que, de haber querido recurrir a las armas químicas, el ejército regular podría haberlo hecho en las oportunidades en que los rebeldes estaba concentrados en sectores bien alejado de la presencia de eventuales testigos presenciales. Un detalle que no debe haber pasado desapercibido por los analistas militares tanto de Moscú como de Washington. De ahí la firmeza con la que los rusos anuncian que no votarán a favor de una intervención en el consejo de seguridad de la ONU.

Mientras tanto los investigadores de la ONU están recogiendo evidencias y testimonios. No conviene que se pronuncien hasta salir del país. Un franco tirador disparó incluso contra el convoy que viajaba en los suburbios supuestamente bombardeados.

Aunque afirme tener pocas dudas, igualmente la Casa Blanca emitió su comunicado al respecto dejando emitir el documento a un funcionario que mantuvo el anonimato. El presidente Obama sigue analizando todas las eventualidades, y ese titubeó le está acarreando criticas internas por parte de quienes lo califican como demasiado blando. 

Reino Unido y Francos por su parte, presionan por una solución que saltee el mandato ONU que legitimaría un eventual intervención armada. Desde Londres se señala el antecedente de Kosovo, cuando en 1998, la OTAN intervino para poner fin a las sueltas matanzas perpetradas por el ejército Serbio contra los habitantes de la pequeña región. Un antecedente también de campaña mediática,porque esas matanzas nunca fueron comprobadas.
Son horas cruciales para Siria. Una intervención a favor de los rebeldes podrían habría lamenta a una situación de caos como la que se creo en Libia luego del derrocamiento del régimen de Kadhafi.

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