viernes, 16 de agosto de 2013

Horas de tensión en Egipto


Para los Hermanos Musulmanes, los muertos de la represión militar y policial del miércoles son varios miles y no 638, según fuentes oficiales. Las fuerzas de seguridad lamentan 43 uniformados muertos. Hoy habrá nuevas manifestaciones.

El fantasma de la guerra civil aletea en Egipto luego de la masacre del miércoles, cuando al menos unas 640 personas perdieron la vida en los enfrentamientos de los partidarios de los Hermanos Musulmanes con el ejército y la policía.

Las fuerzas de seguridad aseguran que hubo 43 muertos entre los uniformados, mientras que los Hermanos Musulmanes sostienen que los muertos son muchos más, además de unos 3.700 heridos. Si bien hubo disparos desde los grupos que protestaban, luego de la matanza no se han encontrado importantes cantidades de armas.

Desde el golpe de Estado que a comienzos de julio depuso al presidente Mohamed Morsi, la del miércoles ha sido la tercera matanza en enfrentamientos marcados por la violencia que, deliberadamente, los radicales islamistas han provocado precisamente para obtener el baño de sangre necesario a transformar en mártires a los manifestantes.

De hecho, en todo el país se han multiplicado los ataques a iglesias cristianas además de edificios públicos. Lo cual revela el verdadero rostro de una protesta que no quiere ser pacífica, pese a los anuncios de los líderes del brazo político de la hermandad musulmana.

Los Hermanos Musulmanes, la organización islamista a la que pertenece el depuesto presidente de Egipto, reclama por haber perdido mucho de su poder luego de la destitución de Morsi, que si bien ha sido un golpe de Estado a todos los efectos, recibió el masivo respaldo popular de decenas de millones de ciudadanos contrarios a la deriva autoritaria de Morsi, que salieron a la calle pacíficamente previo a estos estallidos violentos.

Los Estados Unidos, que todavía se resisten a calificar de golpe de Estado el proceso que llevó a la presidencia interina de Adli Mansur, han suspendido sin embargo los previstos ejercicios militares conjuntos y la entrega de cuatro aviones de guerra. Si la Casa Blanca considerara el de Egipto un golpe, debería automáticamente bloquear la cooperación militar que anualmente se ubica en torno a los 1.300 millones de dólares, pero eso debilitaría militarmente a un aliado clave para influir en Medio Oriente.

Hoy se esperan en El Cairo nuevas manifestaciones de protesta, mientras la gente sigue llorando a su muertos. Los líderes de la hermandad musulmana sostienen que hay mucha ira entre sus afiliados luego de que la situación se desmadrara, por lo que los llamados a la calma surten poco efecto. Para el país son horas cruciales.

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