martes, 27 de agosto de 2013

La odisea de los migrantes ilegales


Más de 220.000 mexicanos y centroamericanos son detenidos anualmente en la frontera con los Estados Unidos. Muchos de ellos son presa de bandas criminales y, literalmente, desaparecen.

Más de cien mil centroamericanos, en gran parte hondureños, salvadoreños y guatemaltecos, ingresan anualmente a México, desde el sur y cruzan todo el país en el intento de llegar a la frontera norte con los Estados Unidos. La historia de muchos de ellos, durante ese trayecto, se transformará en un capítulo alucinante, protagonizado por el desamparo, la miseria y la violencia.

Con frecuencia, los migrantes se transforman en presa de las bandas de los carteles de la droga mexicanos. Entre septiembre de 2008 y febrero de 2009, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México pudo detectar 10.000 centroamericanos secuestrados mientras cruzaban el país de sur a norte.

Pero alcanzar a frontera con los Estados Unidos no asegura haber logrado su objetivo. Las patrullas fronteriza estadounidenses capturaron, entre octubre 2011 y mayo 2012, más de 56.600 inmigrantes ilegales. El doble del mismo periodo del año anterior, cuando fueron detenidos más de 27.000 ilegales.

Estos números se duplican por los ciudadanos mexicanos que también intentan pasar ilegalmente la frontera, para alcanzar la "tierra prometida". El año pasado fueron detenidas en la larga frontera entre México y Estados Unidos más de 188.000 personas. Con "alivio", las autoridades mexicanas señalan que fueron un 7 por ciento menos que en 2011.

Entre las tantas historias que se cuentan, están las de los miles de centroamericanos que trepan hasta los techos de los vagones de "la bestia", el apodo de los "infames" trenes de carga que atraviesan de sur a norte México.

Los polizontes se suben luego de cruzar la frontera con Guatemala. Durante el trayecto, en condiciones muy duras, puede pasar de todo, tiroteos, asesinatos, violaciones. Dormirte puede provocar una caída que, en el mejor de los casos, te dejará varado en algún remoto páramo, en el peor se sufrirán heridas graves o la amputación de una pierna.
Los carteles de la droga los bajan a la fuerza de a cientos para secuestrarlos, explotarlos... y matarlos.

Este fin de semana, ocho vagones de "la bestia" descarrilaron en el sur, en el estado de Tabasco, matando a por lo menos seis personas y dejando otras 22 heridas, de las cuales 15 de gravedad. Pero puede que haya más víctimas.

Los socorristas trabajan en una zona de lagos y bosques de difícil acceso para las ambulancias, sin cobertura de teléfonos celulares, intentando evacuar heridos por helicóptero o por barco. En el tren había 250 hondureños.

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