viernes, 29 de abril de 2016

Ser laicos


En su carta al cardenal Marc Ouellet, presidente de la Pontificia Comisión para América latina, el Papa Francisco señala una visión clara del perfil que tiene que tener hoy la Iglesia. 

Comenzando por el hecho de que todos nacen en su seno en cuanto laicos. Su discurso, diseña el perfil de los pastores y el perfil del Pueblo de Dios del que todos somos parte. “El pastor, –afirma el Papa– es pastor de un pueblo, y al pueblo se lo sirve desde dentro. Muchas veces se va adelante marcando el camino, otras detrás para que ninguno quede rezagado, y no pocas veces se está en el medio para sentir bien el palpitar de la gente”. 

El clero, por tanto, tiene un rol más de servicio “interno” a la Iglesia, más que “externo”, ámbito éste propio del laicado. “Mirar continuamente al Pueblo de Dios nos salva de ciertos nominalismos declaracionistas (slogans) que son bellas frases pero no logran sostener la vida de nuestras comunidades. Por ejemplo, recuerdo ahora la famosa expresión: “es la hora de los laicos” pero pareciera que el reloj se ha parado”.

Al respecto Bergoglio es perentorio: “A nadie han bautizado cura, ni obispo. Nos han bautizados laicos y es el signo indeleble que nunca nadie podrá eliminar. Nos hace bien recordar que la Iglesia no es una elite de los sacerdotes, de los consagrados, de los obispos, sino que todos formamos el Santo Pueblo fiel de Dios. Olvidarnos de esto acarrea varios riesgos y deformaciones tanto en nuestra propia vivencia personal como comunitaria del ministerio que la Iglesia nos ha confiado”. 
Siendo así las cosas, el clericalismo se transforma en “una de las deformaciones más grandes”, porque “anula la personalidad de los cristianos (...), lleva a la funcionalización del laicado; tratándolo como “mandaderos”, coarta las distintas iniciativas, esfuerzos y hasta me animo a decir, osadías necesarias para poder llevar la Buena Nueva del Evangelio a todos los ámbitos del quehacer social y especialmente político. (...) poco a poco va apagando el fuego profético que la Iglesia toda está llamada a testimoniar en el corazón de sus pueblos (...); olvida que la visibilidad y la sacramentalidad de la Iglesia pertenece a todo el Pueblo de Dios y no solo a unos pocos elegidos e iluminados”. 
Bergoglio, destaca la experiencia latinoamericana de “pastoral popular” como un ejemplo en el que no intervino el efecto deformante del clericalismo y la muestra como clave de interpretación que puede ayudar a comprender mejor la acción que se desarrolla cuando el pueblo ora y actúa. Una acción que se queda al ámbito íntimo de las personas sino que se transforma en cultura”, capaz de ser reproducida, de hablar a la gente, es decir, de evangelizar también la política.
Es en este quehacer que el Papa resalta el rol del laico: “Hoy en día muchas de nuestras ciudades se han convertidos en verdaderos lugares de supervivencia. Lugares donde la cultura del descarte parece haberse instalado y deja poco espacio para una aparente esperanza. Ahí encontramos a nuestros hermanos, inmersos en esas luchas, con sus familias, intentando no solo sobrevivir, sino que en medio de las contradicciones e injusticias, buscan al Señor y quieren testimoniarlo”. Es en este contexto que los pastores deben apoyar y promover a los laicos, abriendo las puertas para vivir y soñar con ellos, rezar y reflexionar con ellos. Comprendiendo su don precisamente como laicos: “No es nunca el pastor el que le dice al laico lo que tiene que hacer o decir, ellos lo saben tanto o mejor que nosotros. No es el pastor el que tiene que determinar lo que tienen que decir en los distintos ámbitos los fieles. Como pastores, unidos a nuestro pueblo, nos hace bien preguntamos cómo estamos estimulando y promoviendo la caridad y la fraternidad, el deseo del bien, de la verdad y la justicia. Cómo hacemos para que la corrupción no anide en nuestros corazones”.
En este sentido, la autocrítica de Bergoglio es sin anestesia: “Muchas veces hemos caído en la tentación de pensar que el laico comprometido es aquel que trabaja en las obras de la Iglesia y/o en las cosas de la parroquia o de la diócesis y poco hemos reflexionado cómo acompañar a un bautizado en su vida pública y cotidiana; cómo él, en su quehacer cotidiano, con las responsabilidades que tiene se compromete como cristiano en la vida pública. Sin darnos cuenta, hemos generado una elite laical creyendo que son laicos comprometidos solo aquellos que trabajan en cosas “de los curas” y hemos olvidado, descuidado al creyente que muchas veces quema su esperanza en la lucha cotidiana por vivir la fe. Estas son las situaciones que el clericalismo no puede ver, ya que está muy preocupado por dominar espacios más que por generar procesos”. 
El Papa retoma entonces la idea de “generar procesos” más que ocupar espacios, menifestada en la Evangelii Gaudium y reafirmada en su discurso en Santa Cruz de la Sierra, durante su estadía en Bolivia, el año pasado, cuando se dirigió a movimientos y organizaciones sociales.
No se pueden dar directivas generales para una organización del pueblo de Dios al interno de su vida pública. La inculturación es un proceso que los pastores estamos llamados a estimular alentado a la gente a vivir su fe en donde está y con quién está (...). La inculturación es un trabajo de artesanos y no una fábrica de producción en serie de procesos que se dedicarían a “fabricar mundos o espacios cristianos”.

Se puede concluir que la inculturación, bajo la acción de los laicos, es una fábrica de humanismo, permeado por la fraternidad anunciada y practicada con todos aquellos que se reconocen como miembros de la familia humana.

jueves, 28 de abril de 2016

Venezuela: la hora de ser razonables


El debate político nunca es fácil, en especial cuando las contraposiciones ideológicas superan la lógica del agonismo entre adversarios políticos para transformarse en lucha entre enemigos. 


En Venezuela hay dos mitades, cada una convencida de que la otra encarna el mal absoluto. A lo que se añaden circunstancias coyunturales que dificultan ulteriormente la posibilidad de encontrar espacios de diálogo en pro del bien común.

Para el chavismo, hay fuerzas que se oponen a la revolución bolivariana y que utilizan todos los medios, leales y desleales, para frenarla. Lo cual, no se aleja demasiado de la realidad. Para la oposición, muy a menudo vinculada con intereses económicos que durante años han explotado los privilegios conseguidos en un contexto de elevada corrupción, la revolución boliviariana oculta una ineficiencia por parte del Estado que está transformando la realidad económica y social del país en una tormenta perfecta. Tampoco esto se aleja demasiado de la realidad.
A la escasez de productos de todo tipo, se ha añadido el fracaso del control de precios que no consigue impedir una inflación a niveles estratosféricos. El FMI, que no suele ser imparcial en sus juicios, habla de un 700% anual. Pero cuando se llega a esos guarismos, no es mucha la diferencia entre un 200, un 300 o un 700%, lo que cambia es la rapidez con la que suben los precios: en quince días, una semana, un día, pocas horas... el problema sigue siendo muy grave. La escasez viene acompañada de un clima de violencia, de por sí angustiante, por la acción de la criminalidad, al que ahora se agregan saqueos en varias regiones del país.
Estos factores se unen a la baja internacional del precio del crudo, en un país desindustrializado que ha hecho de la venta del crudo su principal y casi única actividad y en el que, lo admitía el mismo fallecido presidente Hugo Chávez, no se ha instalado una cultura del trabajo y del desarrollo. Un segundo factor que está influyendo en una situación explosiva, es la intensa sequía que está haciendo estragos en las reservas hídricas del país. La cota del embalse de la principal central hidroeléctrica venezolana, de la que depende el 70% de la producción de energía, ha bajado pavorosamente al punto que la semana laboral de las oficinas públicas ha sido reducida a apenas dos días, mientras que empresas y ciudadanos padecen cortes programados de energía.
En este contexto, el Poder Legislativo, en manos de la oposición, sigue enfrentado al Poder Ejecutivo, con el respaldo de un Poder Judicial controlado por el Gobierno. Parece bastante poco racional el intento obstinado de la oposición de provocar la destitución del presidente Nicolás Maduro. Las responsabilidades del mandatario son muchas, sin embargo los problemas del país a los que el chavismo ha intentado responder no son nuevos, sino todo lo contrario. Las recetas liberales a las que apelan los opositores del chavismo, han provocado pobreza y desigualdad como y más que las fallidas políticas del actual Gobierno, que se han evidenciado como insustentables desde la caída de los ingresos fiscales.

Cualquier posible salida, no podrá sino fundarse en soluciones negociadas para enfrentar ante la emergencia social y económica. La contraposición y la polarización en este momento no puede sino empeorar la situación con el peligro de estallidos sociales difíciles de controlar. Es la hora de ser razonables.

lunes, 25 de abril de 2016

Esa gratuidad de la que habla el Papa

En su intervención de este domingo en el encuentro organizado en Roma por los Focolares, el Papa ha pronunciado algunas palabras que merecen una profundización. Bergoglio habla, en efecto de gratuidad, y sostiene que es una palabra fundamental para inyectar el amor en las relaciones sociales: “Falta la amistad. En el centro del mundo hoy existe el dios dinero, pero la palabra clave es ‘gratuidad’, para hacer que este desierto se convierta en una selva”.

Una de las herencias de la modernidad es que las leyes y los contratos son los reguladores de la vida social e institucional. Este postulado soslaya un elemento importante de la realidad: también el amor, es decir, la gratuidad, es un regulador social. Lo dicen muchos comportamientos “gratuitos” que tenemos a menudo: por ejemplo, la participación a actividades de voluntariado, nuestra adhesión a proyectos solidarios, muchos gestos caritativos o benéficos para los más necesitados.

¿Qué se entiende entonces por gratuidad? Son comportamientos y actitudes que mantenemos no porque tienen un retorno inmediato. A veces incluso son gestos aislados en medio de los comportamientos generales, como los que tratan de no ensuciar una calle pública invadida por la basura. Puede que generen una respuesta, también gratuita, y en ese caso van generando comportamientos recíprocos que instalan relaciones más profundas, valores, clima de cooperación, incluso bienes relacionales.

La imposibilidad de soslayar este aspecto, que deberíamos fomentar y contagiar, es que si lo pensamos bien incluso para cumplir con leyes y contratos se necesita de un elemento de gratuidad. El contrato nunca podrá establecer con cuánta inteligencia realizar una tarea. Muy a menudo, un trabajador de una fábrica aportará una excelente idea que mejora un proceso productivo, porque gratuitamente reflexionó acerca de cómo realizarlo mejor. Nadie podrá indicar con cuanta empatía y no sólo cortesía atender un público, con cuánta creatividad didáctica impartir una lección a nuestros alumnos, con cuánta dedicación tratar a nuestros clientes...

El sindicalismo sabe muy bien que el trabajo a reglamento es la mejor manera de bloquear una actividad laboral. Si sólo cumplimos la letra de las normas, y de las leyes, podemos bloquear una convivencia. Porque no se genera colaboración, confianza recíproca, lealtad, espíritu de iniciativa proactivo, actitudes de cuidado que son imposibles de prever por las normas. Éstas siempre serán el mínimo necesario pero no suficiente de una convivencia de cualquier tipo.


La gratuidad es por lo tanto un elemento esencial para nuestra vida social. Le da sabor, aroma, color... Así como la fraternidad representa el límite y el contenido de los otros dos valores que sintetizan la dimensión política y social de nuestra sociedad: libertad e igualdad.

sábado, 16 de abril de 2016

La Iglesia que abraza fue a Lesbos

Bergoglio es creíble porque hace lo que dice. No habla sólo de las periferias, sino que las frecuenta.

Hace tiempo que el Papa señala que es allí donde la Iglesia se juega su identidad, más que en las definiciones doctrinarias. La lógica es evangélica y recuerda que es donde los enfermos necesitan del médico que la Iglesia debe estar. Y una de las periferias del mundo es la de los que huyen de la guerra y de la miseria en busca de una oportunidad solidaria de vida.

Bergoglio no esperó recibir a los refugiados en el Vaticano, se los fue a buscar a la isla griega de Lesbos y trajo con él tres familias, además musulmanas. Una gota, apenas, en ese océano de dolor y de sufrimiento, como el que le relató entre lágrimas un musulmán padre de familia al que los yihadistas le degollaron a su esposa cristiana. Pero también un ejemplo de lo que están haciendo las Iglesias movilizadas en múltiples iniciativas. A su regreso el Papa comentó que se trató de una experiencia fuerte el contacto con los refugiados, que motivaba el llanto.

Es el primer aspecto de este viaje relámpago, una peregrinación a un santuario del dolor, en la que no se habló a los cristianos o a los de otras religiones: se habló a la humanidad de un problema humanitario.

El segundo es que el Papa lo hizo con espíritu ecuménico. Grecia es mayoritariamente de confesión ortodoxa, motivo por el cual Francisco viajó acompañado por el patriarca ortodoxo Bartolomé I y el patriarca griego Jerónimo II. Luego de años de distanciamiento, nuevamente vemos a las Iglesias cristianas darse la mano para concurrir como el buen samaritano allí donde haga falta. También en esto hay un mensaje: la unidad de la Iglesia no será sólo el fruto de las discusiones teológicas, sino de una recuperada fraternidad en la acción, al servicio de la humanidad.

Finalmente, hay un mensaje político en este viaje. Bergoglio es demasiado político para soslayar este aspecto. Y no fue necesario un solo pronunciamiento para dirigir a los líderes europeos encorsetados en sus intereses nacionales sin ver la envergadura del problema (además, suscitado por ellos mismos, porque el conflicto sirio tiene una clara responsabilidad europea en su estallido). Bastó con estar presente para señalar que nadie en Europa ha visto ni a Angela Merkel, ni a François Hollande, ni a David Cameron meterse en los campos de refugiados para llorar con quien llora. Pensar que la política no es también un ejercicio fraterno de solidaridad, es empobrecerla a nivel de meros intereses individuales o nacionales. Y es hoy la enfermedad de la política europea.


Queda por afrontar a gran escala el problema de refugiados y migrantes que tratan de ingresar a Europa. Sin embargo, estos tres líderes cristianos han encendido una luz acerca de la necesidad de encararlo partiendo del dolor de millones de hombres y mujeres. A eso debe responder la política, las consecuencias materiales vienen después.

viernes, 15 de abril de 2016

Por un puñado de votos


¿Llegó la hora de la verdad para el Gobierno brasileño de Dilma Rousseff? 

Se podría decir que sí: a partir de las votaciones que comienzan hoy y finalizan este domingo se sabrá cuál es su real consistencia en el Congreso. Se necesitan 172 votos para evitar la destitución de la presidenta o, visto de otro modo, 342 para decretar el fin anticipado de su mandato. 

La sangría sufrida por la alianza que junto al Partido de los Trabajadores (PT) sostenía el Ejecutivo ha sido notoria. Se le ha ido su principal aliado, el PMDB, de centro derecha, y en estas horas también ha abandonado la coalición el Partido Social Demócrata. Al día de hoy, el PT cuenta con 93 votos en contra de la destitución. 

La esperanza para la presidenta se centra en los legisladores indecisos que, dentro de cada grupo, analizan si afrontar o no lo imprevisible de un gobierno de transición. Las dudas abundan, porque los argumentos jurídicos para poner fin al mandato son endebles: correr partidas presupuestales para maquillar balances ha sido una praxis habitual de los ejecutivos durante décadas. 

Eso nos lleva a la pregunta inicial. No es la hora de la verdad, porque no responden a verdad las reales razones de este proceso de destitución puesto en marcha por legisladores, como el presidente de la Cámara Baja, quien está siendo investigado por inexplicables cuentas multimillonarias en el exterior. 

Entre las varias decenas de legisladores investigados por el escándalo Petrobras, el episodio que dio el puntapié al proceso de destitución, aunque sea el motivo de este juicio, los del PT no son en ningún caso la mayoría. Significa que la crisis política y moral está enquistada en todos los sectores de la política. 

Sin embargo, pese a esta evidencia, la pregunta es ¿qué sentido puede tener salvar este mandado por un puñado de votos, obtenidos en muchos casos prometiendo de todo a legisladores aislados, que es lo que está haciendo el ex presidente Lula da Silva? ¿Qué gobernabilidad puede asegurar a un país acosado por una dura recesión, un Ejecutivo en el que posiblemente la mayoría de la gente descree, porque ha hecho todo lo contrario de lo que anunció en su campaña electoral? 


Quizás el camino más racional podría ser el de remitirse a la decisión de los electores y habilitar una convocación anticipada de las elecciones, como lo ha sugerido la ex candidata presidentas Marina Silva. Sería algo más acorde con la realidad que este juicio político no logra representar por completo.

lunes, 11 de abril de 2016

Las dudas que alimentan los Panama papers


Pasados los primeros momentos de impacto por las revelaciones de los Panama papers (los documentos de Panamá), comienzan las preguntas que surgen analizando más fríamente los hechos.

Es sabido que los refugios fiscales atraen dinero de evasores, corruptos, criminales y juegos poco claros. La condena, no de los ricos y poderosos, sino de los ciudadanos de a pie y de parte del mundo político es tajante. Sin embargo, cabe preguntarse quién y cómo se difunde esta documentación, más allá de las explicaciones del grupo de periodistas que ha trabajado en los Panama papers. Nadie duda de que es un scoop periodístico lo que aparece en las revelaciones. El tema, más bien, es lo que no dicen. Vamos a hacer un ejercicio de reflexión. 

Los documentos difundidos en su momento por Wikileaks fueron 250.000 archivos. Nadie se imagina a alguien leyendo tantos documentos, seleccionando y dando en el blanco con los más jugosos en medio de 11,5 millones de carpetas digitales, 46 veces las de Wikileaks. De estar impresas, formarían una columna de papeles alta cientos de kilómetros. Es claro entonces que fue necesario recurrir a un software para buscar en este mar de datos que abarca desde 1971 a 2015. Lo explica el proprio International Consortium of Investigative Journalists cuando presenta su labor. La pregunta es ¿quién pone y cuáles son los parámetros de la búsqueda en medio de tantos datos? Porque es llamativo que no aparecen nombres vinculados con la más poderosa economía del planeta. Es raro, siendo que el estudio legal Mossack Fonseca trabajaba en gran parte de las plazas financieras mundiales. Cuando se avanza en el análisis del proceso de divulgación de los datos, las dudas se incrementan.

Hubo una mano anónima que, incluso gratis, envió esa masa de información al diario bávaro Süddeutsche Zeitung. Este medio pertenece a una casa editorial vinculada a los principales conglomerados editoriales alemanes. Aun así, se trataba de una mole de trabajo inmensa, así que la redacción recurrió al International Consortium of Investigative Journalists (ICIJ), un red de 190 periodistas de más de 60 países especializado en los escándalos financieros.
El tema es que el ICIJ  es una emanación del Internacional Center for Public Integrity con sede en los Estados Unidos. Entre los financiadores de esta última institución figuran las principales fundaciones de grandes familias capitalistas, como los Rockefeller, los Rothschild... la Open Society de George Soros, entre otros filántropos de esta envergadura. Y aquí las dudas se intensifican, porque es conocida la actividad especulativa en las finanzas de Soros. Verlo entre los patrocinadores de un organismo de este tipo supone más de un conflicto de intereses.

Existe por tanto un vínculo entre la red de periodistas y un grupo de grandes capitales, los que toman las decisiones claves en el mundo todavía más opacas que los juegos ocultos desde los paraísos fiscales. Y quizás eso explique la ausencia de firmas y nombres de la economía estadounidense. Hasta el momento se contabilizaron apenas 211 nombres, sobre millones de papeles que, además, abarcan 40 años. Sin embargo, quienes salen afectados por la filtración son adversarios o aliados de la política de la Casa Blanca. 
Si nos concentramos un poco más sobre el estudio Mossack Fonseca, aparece que el bufete se especializaba no sólo en el tema del reciclaje de dinero y la evasión fiscal, sino también en actividades de evasión de sanciones internacionales. Quizás eso explica, en primer lugar, la ausencia de firmas y nombres de estadounidenses. No tenían necesidad de evadir sanciones, siendo que son del país que suele aplicarlas. Pero hay algo más.

Varios años atrás, entre los asesores económicos de Barack Obama fue convocada Christina Romer, una experta de la depresión surgida de la crisis de Wall Street en 1929, la que siguió en los años sucesivos. La tesis de Romer, es que para superar esa fase más que el famoso New Deal, el aporte principal provino del flujo financiero que atrajo los Estados Unidos a medida que se acercaba el drama del segundo conflicto mundial. Es la razón por la que desde la gran potencia global se intentan canalizar los capitales financieros internacionales hacia los paraísos fiscales del área anglo-sajona. Hasta hace poco, en efecto, los Estados Unidos encabezaba el ranking de los paraísos fiscales, gracias a las facilidades ofrecidas por estados como Nevada, Delaware y Wyoming a la hora de contar con un sistema muy discreto y sin controles, que asegura el secreto bancario y el anonimato en las firmas empresariales. La city de Londres es otro refugio fiscal, como los son algunas de las islas bajo soberanía británica. A su vez, por ley los abogados norteamericanos no pueden revelar nombres de clientes, motivo por el cual un ejército de legales figura como directivos de empresas más o menos fantasmas.

El tema que en el fondo se pretende instalar, no es la eliminación de todos los paraísos discales, sino los de ciertos lugares del mundo. El golpe asestado contra Panamá tendrá sus repercusiones, así como las tuvieron las presiones para franquear el secreto bancario de Suiza. Es, además, bastante claro que la promoción del Tratado Transatlántico de Libre Comercio (TTIP) es parte de esta reorganización. Así como las sanciones aplicadas hasta el momento, por diferentes razones aparentemente políticas, son a fin de cuenta funcionales para dicha estrategia. No es casualidad, que las filtraciones han golpeado hasta el momento a adversarios de la Casa Blanca, como Putin (que, en realidad, no tiene ninguna cuenta ni firma a su nombre, sino que las tienen sus amigos) o Assad, y también a aliados como forma de advertencia.

Que los oligarcas rusos pudieran frecuentar los paraísos fiscales a esta altura no suscita asombro alguno. Como tampoco nadie puede asombrarse que los rusos hayan tratado de evadir las sanciones internacionales. Que lo haya hecho el entorno del presidente de Siria, Bachar al Assad, era casi inevitable considerando el cerco que se cerró sobre su Gobierno. Por otro lado, no deja de llamar la atención que mientras en el Reino Unido estallaba el escándalo por las cuentas del padre del primer ministro David Cameron, las portadas de los diarios nacionales se ocuparon de reproducir las fotos de Putin, que no posee cuentas.
La gran ausencia de estadounidenses en los Panama papers, ha comenzado a llamar la atención de varios medios. Desde la versión digital de la BBC al porteño Infobae. Algunas explicaciones son interesantes, como la que alega que "no se han podido leer todos los documentos". Explicación un tanto ingenua, parece dudoso que, sin embargo, justo aparecieron los documentos de los amigos de Putin. Otra sostiene que hace tiempo que los norteamericanos no usan Panamá como refugio fiscal. La pregunta es ¿hace cuánto tiempo? Porque resulta difícil pensar que no lo hicieran en el pasado, puesto que los papales abarcan los últimos 40 años.  

Las dudas, y algunos cabo atados, comenzaron a señalar algo de las bambalinas de este nuevo entuerto. Wikileaks señaló directamente que USAID y Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP) han financiado lo que parece ser cada vez más un operativo. No era una especulación. La confirmación llegó el jueves pasado del segundo vocero del Departamento de Estado norteamericano, Mark Toner, quien dijo que los periodistas recibían financiamiento de varias fuentes, incluido el Gobierno de Estados Unidos. Y aclaró que USAID figura entre las fuentes de financiación y, por si fuera necesario, justificó que no fue para perseguir objetivos sino para garantizar la independencia de la investigación.


Una independencia acerca de la cual dudar comienza a ser un deber.

martes, 5 de abril de 2016

El Isis en retirada

Luego de Palmira, la ciudad arqueológica del desierto, ahora el ejército sirio ha liberado de la ocupación del Isis la pequeña ciudad de Al Qariatein, 120 kilómetros más al suroeste. Sus 15.000 habitantes fueron desplazados por el conflicto. 

La tregua con las demás fuerzas de oposición que luchan contra el Gobierno sirio, ha dado como resultado la posibilidad de concentrarse contra el principal enemigo, los terroristas del Estado Islámico (que ni es estado ni encarna la religión que pretende representar). También ha dado resultados el apoyo de milicias aliadas: los chiitas libaneses de Hizbolah, los pasdarán iraníes y también y afganos chiitas, más el apoyo de los speznatz rusos (tropas de élites) soportados desde el aire por la aviación de su país. 
¿Hacía falta tanto despliegue? Lo que a menudo se soslaya es que las milicias que combaten contra el régimen de Damasco las componen combatientes de 70 países y han causado notables bajas al ejército regular sirio en estos años. 
Los reveses del Isis permitirán conocer más sobre cómo este grupo ha logrado tanta eficacia contra ejércitos regulares (en Siria e Iraq) y de dónde proviene su equipamiento. En pocos meses los ataques aéreos rusos han logrado lo que en más de un año no consiguió la coalición guiadas por Estados Unidos. También esto deberá ser aclarado. 
Ahora el objetivo es Raqqa, el bastión sirio del Isis. Su conquista podría despejar el territorio sirio de esta presencia amenazadora. 
Pero eso es tan sólo el aspecto militar. El más duro porque implica vida humanas. El aspecto político, es decir, cómo el Isis pudo ser tan fuerte, con qué apoyos y con qué financiación será el tema de los próximos meses. 
Antes estos antecedentes, el de un ataque coordinado y deliberado contra países soberanos, como ha ocurrido en Siria y Libia más recientemente, si la comunidad internacional no reconstruye un nuevo orden entre las naciones, la perspectiva es que seguirán provocándose nuevos conflictos, porque nadie tendrá la fuerza moral para impedir nuevas agresiones.

La agenda de los conflictos, de esta tercera guerra mundial no declarada que hay que detener es larga: Iraq, Yemen, Mali, Ucrania, Afganistán, Iraq, República Centroafricana, Sur de Sudán, y nuevamente el enclave de Nagorno-Carabaj... Y se hace urgente intervenir. 

viernes, 1 de abril de 2016

¿La Unión Europea renuncia a sus principios?


Turquía acepta hacerse cargo de los refugiados a cambio de una sustanciosa ayuda económica y de facilidades para ingresar en la Unión Europea. Sin embargo, no sólo en el país no están garantizados derechos fundamentales sino que no está clara su postura acerca del terrorismo del Isis.