martes, 31 de mayo de 2016

¿Por qué Dios permite todo esto?

Las imágenes y las noticias no podrían haber sido más dramáticas: adultos y niños en el mar, desesperados y tratando de salvarse, un barco dándose vuelta y arrojando al agua a sus pasajeros, 700 muertos en el Mediterráneo en pocos días, entre ellos y por decenas, niños en tierna edad. Vuelve a la memoria el cuerpito de Aylan, el niño sirio encontrado muerto a orilla del mar el año pasado. En facebook se multiplican los comentarios. El que más me llama la atención es el de una mujer: “¿Por qué Dios permite todo esto?”.

La pregunta, o más bien este grito doliente, penetra en mi conciencia y me interpela. Cómo es posible que Dios permita el mal a esta escala: guerras crueles impuestas a poblaciones obligadas a huir de su país en busca de supervivencia, para luego verse rechazadas por los mismos países que apoyan a las partes en conflicto y hasta le venden armas. 
Pero ¿en qué Dios creo? Seguramente no en un dios-superman que espectacularmente interviene en todo el mundo deteniendo el mal. ¿Cuál sería la consecuencia de un dios así? Estaríamos despreocupados haciendo lo que se nos antoja; total, tarde o temprano, él intervendría.
El misterio de nuestra libertad es parte de nuestra condición humana: somos libres y Dios es tan respetuoso de esta libertad que hasta permite que cometamos el mal, del que somos totalmente responsables. Lo fue Caín cuando levantó la mano contra su hermano, lo fue Hitler cuando quiso organizar el exterminio judío en modo científico, lo ha sido todo asesino a lo largo de la historia. No somos títeres sobre el escenario de la vida, sino actores. La pregunta, en todo caso, debería ser: ¿por qué no detuvimos esas manos asesinas?
Entonces, la perspectiva, aún en medio del misterio que envuelve la fe, cambia. Dios quiere intervenir a través de nosotros mismos, en cuanto hermanos, custodios y responsables los unos de los otros. ¿Acaso no disponemos de las herramientas y de los conocimientos para hacerlo? ¿Y no lo habrá inspirado justamente Dios el poder disponer de medios poderosos? 
Poseemos los instrumentos democráticos para evitar las guerras y las desigualdades sociales que a menudo las provocan. Hemos generado los recursos materiales para intervenir en ésta como en muchas emergencias. Hemos desarrollado el conocimiento científico para intervenir eficazmente contra la pobreza y la miseria e impulsar el desarrollo. Nos sobra capacidad de intervención: el problema es que en lugar de emplearla para construir el bien común, se usa el poder en beneficio de los intereses de algunos pocos.

No es Dios que permite la muerte de tantos inocentes. Somos nosotros.

martes, 24 de mayo de 2016

Crisis y oportunidades

Que soplen vientos de crisis, no lo duda nadie. Hasta Bolivia y Perú, que crecían a un ritmo más sostenido, tuvieron que recortar sus previsiones para este año. Chile crecerá menos del 2 por ciento estimado. En Ecuador llovió sobre mojado, pues el terremoto supuso, además, un golpe para una economía en dificultad. México y Colombia alternan buenas con malas noticias, aunque en la sustancia crecerán menos de lo esperado. El freno a la economía brasileña y argentina es serio, y grave en el caso venezolano.
La CEPAL aborda la cuestión de la sustentabilidad de las economías regionales en un documento que inaugura su 36 período de sesiones, con la presencia de los representantes de los 45 países de la región. La comisión económica de las Naciones Unidas apunta, en su visión estructuralista, a cambios profundos del estilo productivo y de consumo en pos de la sustentabilidad ambiental y social. Por un lado, es importante cambiar la matriz energética de la región e introducir un sistema productivo con baja huella de carbono para mitigar los efectos del cambio climático en curso (parte de la crisis actual, al menos en Venezuela y el Caribe, depende de una intensa sequía). Por otro, es importante el énfasis en la continuidad de las políticas sociales para erradicar la pobreza y reducir la desigualdad. En síntesis, en el mediano plazo - la CEPAL señala el 2030 –, el desafío es encontrar una nueva dinámica entre Estado, mercado y sociedad.

El documento no se introduce en la complejidad política de ese objetivo. Sin embargo, el tema es clave. De no mediar una superación de los actuales enfrentamientos políticos y articular una política con continuidad en el plano regional, el riesgo es doble: empantanarse en las cuestiones locales, entre el énfasis en políticas sociales y de redistribución, y perder la perspectiva de que los problemas de América latina necesitan ser encarados desde una mayor integración. Se ha instalado la idea de un “fin de ciclo”, luego de los esfuerzos en políticas de inclusión llevados a cabo en estos años, que supone, en muchos casos, la idea de un regreso a recetas que han demostrado no poder resolver el problema de cómo crecer con inclusión social.
En estos años, si bien se consiguió la mejora de la calidad de vida de muchos latinoamericanos, unos 70 millones, también se cometieron errores, ineficiencias, se pecó de clientelismo y con frecuencia no se aplicaron planes sociales que fueran, además, productivos. Esta mejora cuantitativa es la contracara de la alternativa que prevé mejoras macroeconómicas que benefician sólo algunos y agudizan la desigualdad. Ambas son negativas. El desafío es cómo cuidar el gasto público haciendo que evolucione hacia mejoras cualitativas y más productivas, no eliminarlo o simplemente ajustarlo. Este paso sólo será posible a través de pactos políticos, mediados por la sociedad civil, que asegure transparencia y rigor en el uso de los recursos.    
Pero no es éste el único aporte de la sociedad civil. La CEPAL no lo visualiza, pero la sociedad civil es un actor clave precisamente para humanizar el mercado. Para que éste sea sustentable, en el plano ambiental y social, es necesario que las motivaciones que animen este giro copernicano respondan a valores que no pueden ser la utilidad y la eficiencia productiva. Se trata fundamentalmente de una decisión que responde a una solidaridad intergeneracional. Dicho de otro modo, tiene que ver con el mundo que dejaremos a las generaciones futuras. Ricas en iniciativas que pueden ser fuente de alianza con el Estado en el esfuerzo de inclusión social, la sociedad civil es impulsora de empresas que abarcan finalidades de utilidad social que serán clave para revitalizar el mercado. Este tercer actor económico debe ser potenciado, facilitado e impulsado para que el mercado recupere su dimensión de constructor de civilización.
Finalmente, es clave para los líderes regionales, la recuperación de la perspectiva de la integración. Creer que cada país podrá resolver individualmente sus problemas, es ilusorio y es una tentación. No es posible en la aldea global del siglo XXI. Hay que desanclar el proceso de integración de las visiones ideológicas para que avance impulsados por políticas de Estado y la complementación económica y cultural. Como nunca, es necesario ver en este tiempo de crisis una oportunidad para avanzar.

lunes, 9 de mayo de 2016

Construir puentes y seguir estrellas

Hoy el Papa Bergoglio fue distinguido con el premio Carlomagno que la ciudad alemana de Aquisgrán entrega a personalidades que se hayan destacado en el tema de la paz, la integración y la unidad europea. 

Entre las autoridades que ya recibieron el premio figuran, entre otros, la actual canciller alemana Ángela Merkel, el ex presidente estadounidense Bill Clinton, la iniciativa del Euro que llevó a unificar la moneda en una quincena de países del bloque europeo. 
La entrega del reconocimiento ocurre en un momento de gran pobreza de ideas en el Viejo Continente que, más que seguir desarrollando la idea de integración como herramienta para la paz y el desarrollo, parece inclinarse a quedar encerrada en su egoísmo bajo la guía de un liderazgo político que mira con un ojo la duración de su mandato y con el otro los sondeos de opinión sobre seguridad y bienestar, supuestamente amenazados por la presión de los migrantes en las fronteras europeas. 
Una migración provocada muy a menudo por los desaciertos políticos europeos (para decirlo en modo muy suave), como en el caso del conflicto libio y sirio. La multiplicación de muros fronterizos en una región que había casi suprimido las fronteras es evidente y un signo de esta miopía política. 
Francisco sostiene que Europa, ante la nueva gran migración, debe seguir construyendo puentes y no muros para seguir su inspiración originaria. El mal europeo es precisamente la pérdida de perspectivas, ha desaparecido el horizonte de los ideales que han supuesto la construcción de una Europa unida. Entre ellos, el de la solidaridad y la fraternidad. Y sin una visión no hay futuro. No lo hay para Europa, no lo hay para el planeta. Ante los desafíos actuales, como el del cambio climático que ya provoca daños graves en todo el planeta, la idea de un mundo sin muros y poblados de puentes es precisamente la que necesitamos para avanzar. 
Dice un proverbio árabe: "Si en tu vida quieres trazar surcos derechos, ata tu arado a una estrella". No es ni utopista, ni una ilusión. Es sabiduría. Pese a los límites y las fallas de sus miembros, la Iglesia sigue el surco de la estrella de Belén. Europa, el mundo, necesita seguir las estrellas de los ideales, como la unidad, la fraternidad. 

Este premio acierta en destacar la labor y la palabra del Papa

domingo, 1 de mayo de 2016

Una solución no demasiado lejana

La foto de la firma del fin del conflicto entre el Gobierno de Colombia con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) deberá esperar. Sin embargo, todo indica que es cuestión de tiempo. Hasta entre los escépticos hay convencidos de que la paz está a la vista.

Hay objetivos que pueden resultar demasiado lejos. Como ese famoso puente de la ciudad holandesa de Arnhem, que los aliados debían alcanzar, durante la operación Market Garden, para acelerar el fin de la Segunda Guerra Mundial. Hubo un irresponsable exceso de optimismo tras ese fracaso para los aliados. No es la misma situación hoy en Colombia, cuando todo sugiere que es posible llegar a pacificar el país y abrir nuevos horizontes para los colombianos.
Sin duda, el acuerdo resolverá un aspecto importante del problema de la seguridad. Pero ¿la paz habrá resuelto todos los problemas? Se diría que no, pues no es éste el único frente para el Gobierno y la sociedad entera. Bien lo sintetiza Aldo Cívico, experto internacional en resolución de conflictos y profundo conocedor de la realidad colombiana, quien destaca tres prioridades: “La violencia urbana y el control territorial del crimen organizado en las ciudades; la persistencia de grupos armados ilegales que siguen asesinando y desapareciendo a los representantes de asociaciones de víctimas y de derechos humanos; la plaga de uno de los más altos niveles de desigualdad social”.
Conflictos y seguridad
Postergado el acuerdo con las FARC, a fines de marzo se confirmó que el Gobierno abrió negociaciones con la otra principal guerrilla, el Ejército de Liberación Nacional (ELN). En su momento, el Gobierno rechazó unificar las negociaciones para evitar que las dos organizaciones se fortalecieran en sus planteos. El grupo dispone de fuerzas menguadas (entre 1.500 y 2.000 efectivos), y sabe que no tiene chances de acceder al poder por las armas. Su acción es más fragmentada, con sectores más o menos a favor de finalizar el conflicto, lo que explicaría los más de dos años de contactos exploratorios para abrir una mesa de negociaciones. La agenda de los diálogos de paz seguirá temas ya abordados con las FARC, aunque se anuncia una mayor participación de las víctimas del conflicto y de la sociedad civil, siguiendo las características del ELN.
Sin estos conflictos, el principal reto a la pacificación del país pasará a ser las Bandas Criminales Emergentes (Bacrim). Son grupos nacidos entre 2006 y 2012 a partir de la desmovilización de los paramilitares que, lo señala el Alto Comisionado de la ONU por los derechos humanos, siguen atentando contra las personas. Hay organizaciones sociales que han perdido hasta cien miembros asesinados por paramilitares. En 2012 las Bacrim reunían unos 4.800 delincuentes. La treintena de grupos iniciales se redujo, sustancialmente, a un par: los Urabeños y los Rastrojos, activos principalmente en el narcotráfico y la minería ilegal.
Política y sociedad
La transición que comenzará con los acuerdos de paz será compleja en lo político y lo social. No todos aceptan que los ex guerrilleros, varios de ellos acusados de crímenes de guerra, puedan ocupar un cargo político. Siete millones de votos recogió el candidado a la presidencia por el conservador Centro Democrático durante las últimas elecciones, planteando la oposición a los acuerdos tal como han sido anunciados. En marzo, el 38 % de los ciudadanos de las principales ciudades seguía a favor de la solución militar contra la guerrilla, aunque el 54 % apoyaba el proceso de paz.
La aplicación de una justicia transicional supondrá, además, que en muchos casos la admisión de culpa podrá beneficiar a los responsables de crímenes con penas alternativas. También ésta es una idea resistida.
Para el Coordinador Residente de la ONU en Colombia, Fabricio Hochschild, se necesita crear un ambiente propicio para la paz, con gestos audaces de reconciliación y una mayor pedagogía y comunicación dirigida hacia la población. Para el funcionario, se debe transformar la paz en un bien común que debe trascender el debate político y reconstruir el tejido social dañado durante décadas de violencia. Y como todavía no ha sido definido en detalle el andamiaje institucional que deberá sostener los acuerdos, para avanzar es urgente lograr la aceptación de estos acuerdos por parte de la ciudadanía.
Economía y desigualdad
La reparación material a los civiles que perdieron sus bienes con el conflicto supone el empleo de importantes recursos públicos. La pregunta es si habrá suficientes, porque desde la economía llegan noticias poco auspiciosas por la baja de los ingresos a causa de la venta de petróleo y minerales. Pese a que no hay señales de alarma, existe un creciente malestar por la conducción económica del Gobierno.
Se estima que la paz podría incrementar el actual crecimiento (+3 %) en otros dos puntos.
Sin embargo, crecimiento no significa desarrollo ni que todos se beneficien de ello. La desigualdad se extiende por todo el tejido económico-social. El 10 % de la población más rica del país gana 4 veces más que el 40 % más pobre. Pese al retroceso de la pobreza, la desigualdad se mantiene constante y el índice de desarrollo humano de la ONU se reduce cuando se compara el acceso a la salud, la educación y los salarios. Según una investigación de Ana María Ibáñez, decana de Economía de la Universidad de Los Andes, en 2010 un 77,6 % de la tierra estaba en manos de 13,7 % de los propietarios. Aplicando el coeficiente Gini a la distribución de la tierra, esta proporción da uno de los índices más altos de desigualdad (0,86 en una escala de 0 a 1).
Paz, reconciliación, pedagogía e igualdad social serán por tanto factores clave para avanzar hacia la pacificación luego de medio siglo de violencia. Lo perciben los países de la región latinoamericana, que han manifestado su apoyo al proceso de paz; la comunidad internacional, que incluso participará con recursos, y el Papa, que ha prometido una visita en caso de que se logre la firma de los acuerdos de paz.
Más que nunca Colombia no debe vivir este tiempo en soledad.


viernes, 29 de abril de 2016

Ser laicos


En su carta al cardenal Marc Ouellet, presidente de la Pontificia Comisión para América latina, el Papa Francisco señala una visión clara del perfil que tiene que tener hoy la Iglesia. 

Comenzando por el hecho de que todos nacen en su seno en cuanto laicos. Su discurso, diseña el perfil de los pastores y el perfil del Pueblo de Dios del que todos somos parte. “El pastor, –afirma el Papa– es pastor de un pueblo, y al pueblo se lo sirve desde dentro. Muchas veces se va adelante marcando el camino, otras detrás para que ninguno quede rezagado, y no pocas veces se está en el medio para sentir bien el palpitar de la gente”. 

El clero, por tanto, tiene un rol más de servicio “interno” a la Iglesia, más que “externo”, ámbito éste propio del laicado. “Mirar continuamente al Pueblo de Dios nos salva de ciertos nominalismos declaracionistas (slogans) que son bellas frases pero no logran sostener la vida de nuestras comunidades. Por ejemplo, recuerdo ahora la famosa expresión: “es la hora de los laicos” pero pareciera que el reloj se ha parado”.

Al respecto Bergoglio es perentorio: “A nadie han bautizado cura, ni obispo. Nos han bautizados laicos y es el signo indeleble que nunca nadie podrá eliminar. Nos hace bien recordar que la Iglesia no es una elite de los sacerdotes, de los consagrados, de los obispos, sino que todos formamos el Santo Pueblo fiel de Dios. Olvidarnos de esto acarrea varios riesgos y deformaciones tanto en nuestra propia vivencia personal como comunitaria del ministerio que la Iglesia nos ha confiado”. 
Siendo así las cosas, el clericalismo se transforma en “una de las deformaciones más grandes”, porque “anula la personalidad de los cristianos (...), lleva a la funcionalización del laicado; tratándolo como “mandaderos”, coarta las distintas iniciativas, esfuerzos y hasta me animo a decir, osadías necesarias para poder llevar la Buena Nueva del Evangelio a todos los ámbitos del quehacer social y especialmente político. (...) poco a poco va apagando el fuego profético que la Iglesia toda está llamada a testimoniar en el corazón de sus pueblos (...); olvida que la visibilidad y la sacramentalidad de la Iglesia pertenece a todo el Pueblo de Dios y no solo a unos pocos elegidos e iluminados”. 
Bergoglio, destaca la experiencia latinoamericana de “pastoral popular” como un ejemplo en el que no intervino el efecto deformante del clericalismo y la muestra como clave de interpretación que puede ayudar a comprender mejor la acción que se desarrolla cuando el pueblo ora y actúa. Una acción que se queda al ámbito íntimo de las personas sino que se transforma en cultura”, capaz de ser reproducida, de hablar a la gente, es decir, de evangelizar también la política.
Es en este quehacer que el Papa resalta el rol del laico: “Hoy en día muchas de nuestras ciudades se han convertidos en verdaderos lugares de supervivencia. Lugares donde la cultura del descarte parece haberse instalado y deja poco espacio para una aparente esperanza. Ahí encontramos a nuestros hermanos, inmersos en esas luchas, con sus familias, intentando no solo sobrevivir, sino que en medio de las contradicciones e injusticias, buscan al Señor y quieren testimoniarlo”. Es en este contexto que los pastores deben apoyar y promover a los laicos, abriendo las puertas para vivir y soñar con ellos, rezar y reflexionar con ellos. Comprendiendo su don precisamente como laicos: “No es nunca el pastor el que le dice al laico lo que tiene que hacer o decir, ellos lo saben tanto o mejor que nosotros. No es el pastor el que tiene que determinar lo que tienen que decir en los distintos ámbitos los fieles. Como pastores, unidos a nuestro pueblo, nos hace bien preguntamos cómo estamos estimulando y promoviendo la caridad y la fraternidad, el deseo del bien, de la verdad y la justicia. Cómo hacemos para que la corrupción no anide en nuestros corazones”.
En este sentido, la autocrítica de Bergoglio es sin anestesia: “Muchas veces hemos caído en la tentación de pensar que el laico comprometido es aquel que trabaja en las obras de la Iglesia y/o en las cosas de la parroquia o de la diócesis y poco hemos reflexionado cómo acompañar a un bautizado en su vida pública y cotidiana; cómo él, en su quehacer cotidiano, con las responsabilidades que tiene se compromete como cristiano en la vida pública. Sin darnos cuenta, hemos generado una elite laical creyendo que son laicos comprometidos solo aquellos que trabajan en cosas “de los curas” y hemos olvidado, descuidado al creyente que muchas veces quema su esperanza en la lucha cotidiana por vivir la fe. Estas son las situaciones que el clericalismo no puede ver, ya que está muy preocupado por dominar espacios más que por generar procesos”. 
El Papa retoma entonces la idea de “generar procesos” más que ocupar espacios, menifestada en la Evangelii Gaudium y reafirmada en su discurso en Santa Cruz de la Sierra, durante su estadía en Bolivia, el año pasado, cuando se dirigió a movimientos y organizaciones sociales.
No se pueden dar directivas generales para una organización del pueblo de Dios al interno de su vida pública. La inculturación es un proceso que los pastores estamos llamados a estimular alentado a la gente a vivir su fe en donde está y con quién está (...). La inculturación es un trabajo de artesanos y no una fábrica de producción en serie de procesos que se dedicarían a “fabricar mundos o espacios cristianos”.

Se puede concluir que la inculturación, bajo la acción de los laicos, es una fábrica de humanismo, permeado por la fraternidad anunciada y practicada con todos aquellos que se reconocen como miembros de la familia humana.

jueves, 28 de abril de 2016

Venezuela: la hora de ser razonables


El debate político nunca es fácil, en especial cuando las contraposiciones ideológicas superan la lógica del agonismo entre adversarios políticos para transformarse en lucha entre enemigos. 


En Venezuela hay dos mitades, cada una convencida de que la otra encarna el mal absoluto. A lo que se añaden circunstancias coyunturales que dificultan ulteriormente la posibilidad de encontrar espacios de diálogo en pro del bien común.

Para el chavismo, hay fuerzas que se oponen a la revolución bolivariana y que utilizan todos los medios, leales y desleales, para frenarla. Lo cual, no se aleja demasiado de la realidad. Para la oposición, muy a menudo vinculada con intereses económicos que durante años han explotado los privilegios conseguidos en un contexto de elevada corrupción, la revolución boliviariana oculta una ineficiencia por parte del Estado que está transformando la realidad económica y social del país en una tormenta perfecta. Tampoco esto se aleja demasiado de la realidad.
A la escasez de productos de todo tipo, se ha añadido el fracaso del control de precios que no consigue impedir una inflación a niveles estratosféricos. El FMI, que no suele ser imparcial en sus juicios, habla de un 700% anual. Pero cuando se llega a esos guarismos, no es mucha la diferencia entre un 200, un 300 o un 700%, lo que cambia es la rapidez con la que suben los precios: en quince días, una semana, un día, pocas horas... el problema sigue siendo muy grave. La escasez viene acompañada de un clima de violencia, de por sí angustiante, por la acción de la criminalidad, al que ahora se agregan saqueos en varias regiones del país.
Estos factores se unen a la baja internacional del precio del crudo, en un país desindustrializado que ha hecho de la venta del crudo su principal y casi única actividad y en el que, lo admitía el mismo fallecido presidente Hugo Chávez, no se ha instalado una cultura del trabajo y del desarrollo. Un segundo factor que está influyendo en una situación explosiva, es la intensa sequía que está haciendo estragos en las reservas hídricas del país. La cota del embalse de la principal central hidroeléctrica venezolana, de la que depende el 70% de la producción de energía, ha bajado pavorosamente al punto que la semana laboral de las oficinas públicas ha sido reducida a apenas dos días, mientras que empresas y ciudadanos padecen cortes programados de energía.
En este contexto, el Poder Legislativo, en manos de la oposición, sigue enfrentado al Poder Ejecutivo, con el respaldo de un Poder Judicial controlado por el Gobierno. Parece bastante poco racional el intento obstinado de la oposición de provocar la destitución del presidente Nicolás Maduro. Las responsabilidades del mandatario son muchas, sin embargo los problemas del país a los que el chavismo ha intentado responder no son nuevos, sino todo lo contrario. Las recetas liberales a las que apelan los opositores del chavismo, han provocado pobreza y desigualdad como y más que las fallidas políticas del actual Gobierno, que se han evidenciado como insustentables desde la caída de los ingresos fiscales.

Cualquier posible salida, no podrá sino fundarse en soluciones negociadas para enfrentar ante la emergencia social y económica. La contraposición y la polarización en este momento no puede sino empeorar la situación con el peligro de estallidos sociales difíciles de controlar. Es la hora de ser razonables.

lunes, 25 de abril de 2016

Esa gratuidad de la que habla el Papa

En su intervención de este domingo en el encuentro organizado en Roma por los Focolares, el Papa ha pronunciado algunas palabras que merecen una profundización. Bergoglio habla, en efecto de gratuidad, y sostiene que es una palabra fundamental para inyectar el amor en las relaciones sociales: “Falta la amistad. En el centro del mundo hoy existe el dios dinero, pero la palabra clave es ‘gratuidad’, para hacer que este desierto se convierta en una selva”.

Una de las herencias de la modernidad es que las leyes y los contratos son los reguladores de la vida social e institucional. Este postulado soslaya un elemento importante de la realidad: también el amor, es decir, la gratuidad, es un regulador social. Lo dicen muchos comportamientos “gratuitos” que tenemos a menudo: por ejemplo, la participación a actividades de voluntariado, nuestra adhesión a proyectos solidarios, muchos gestos caritativos o benéficos para los más necesitados.

¿Qué se entiende entonces por gratuidad? Son comportamientos y actitudes que mantenemos no porque tienen un retorno inmediato. A veces incluso son gestos aislados en medio de los comportamientos generales, como los que tratan de no ensuciar una calle pública invadida por la basura. Puede que generen una respuesta, también gratuita, y en ese caso van generando comportamientos recíprocos que instalan relaciones más profundas, valores, clima de cooperación, incluso bienes relacionales.

La imposibilidad de soslayar este aspecto, que deberíamos fomentar y contagiar, es que si lo pensamos bien incluso para cumplir con leyes y contratos se necesita de un elemento de gratuidad. El contrato nunca podrá establecer con cuánta inteligencia realizar una tarea. Muy a menudo, un trabajador de una fábrica aportará una excelente idea que mejora un proceso productivo, porque gratuitamente reflexionó acerca de cómo realizarlo mejor. Nadie podrá indicar con cuanta empatía y no sólo cortesía atender un público, con cuánta creatividad didáctica impartir una lección a nuestros alumnos, con cuánta dedicación tratar a nuestros clientes...

El sindicalismo sabe muy bien que el trabajo a reglamento es la mejor manera de bloquear una actividad laboral. Si sólo cumplimos la letra de las normas, y de las leyes, podemos bloquear una convivencia. Porque no se genera colaboración, confianza recíproca, lealtad, espíritu de iniciativa proactivo, actitudes de cuidado que son imposibles de prever por las normas. Éstas siempre serán el mínimo necesario pero no suficiente de una convivencia de cualquier tipo.


La gratuidad es por lo tanto un elemento esencial para nuestra vida social. Le da sabor, aroma, color... Así como la fraternidad representa el límite y el contenido de los otros dos valores que sintetizan la dimensión política y social de nuestra sociedad: libertad e igualdad.

sábado, 16 de abril de 2016

La Iglesia que abraza fue a Lesbos

Bergoglio es creíble porque hace lo que dice. No habla sólo de las periferias, sino que las frecuenta.

Hace tiempo que el Papa señala que es allí donde la Iglesia se juega su identidad, más que en las definiciones doctrinarias. La lógica es evangélica y recuerda que es donde los enfermos necesitan del médico que la Iglesia debe estar. Y una de las periferias del mundo es la de los que huyen de la guerra y de la miseria en busca de una oportunidad solidaria de vida.

Bergoglio no esperó recibir a los refugiados en el Vaticano, se los fue a buscar a la isla griega de Lesbos y trajo con él tres familias, además musulmanas. Una gota, apenas, en ese océano de dolor y de sufrimiento, como el que le relató entre lágrimas un musulmán padre de familia al que los yihadistas le degollaron a su esposa cristiana. Pero también un ejemplo de lo que están haciendo las Iglesias movilizadas en múltiples iniciativas. A su regreso el Papa comentó que se trató de una experiencia fuerte el contacto con los refugiados, que motivaba el llanto.

Es el primer aspecto de este viaje relámpago, una peregrinación a un santuario del dolor, en la que no se habló a los cristianos o a los de otras religiones: se habló a la humanidad de un problema humanitario.

El segundo es que el Papa lo hizo con espíritu ecuménico. Grecia es mayoritariamente de confesión ortodoxa, motivo por el cual Francisco viajó acompañado por el patriarca ortodoxo Bartolomé I y el patriarca griego Jerónimo II. Luego de años de distanciamiento, nuevamente vemos a las Iglesias cristianas darse la mano para concurrir como el buen samaritano allí donde haga falta. También en esto hay un mensaje: la unidad de la Iglesia no será sólo el fruto de las discusiones teológicas, sino de una recuperada fraternidad en la acción, al servicio de la humanidad.

Finalmente, hay un mensaje político en este viaje. Bergoglio es demasiado político para soslayar este aspecto. Y no fue necesario un solo pronunciamiento para dirigir a los líderes europeos encorsetados en sus intereses nacionales sin ver la envergadura del problema (además, suscitado por ellos mismos, porque el conflicto sirio tiene una clara responsabilidad europea en su estallido). Bastó con estar presente para señalar que nadie en Europa ha visto ni a Angela Merkel, ni a François Hollande, ni a David Cameron meterse en los campos de refugiados para llorar con quien llora. Pensar que la política no es también un ejercicio fraterno de solidaridad, es empobrecerla a nivel de meros intereses individuales o nacionales. Y es hoy la enfermedad de la política europea.


Queda por afrontar a gran escala el problema de refugiados y migrantes que tratan de ingresar a Europa. Sin embargo, estos tres líderes cristianos han encendido una luz acerca de la necesidad de encararlo partiendo del dolor de millones de hombres y mujeres. A eso debe responder la política, las consecuencias materiales vienen después.

viernes, 15 de abril de 2016

Por un puñado de votos


¿Llegó la hora de la verdad para el Gobierno brasileño de Dilma Rousseff? 

Se podría decir que sí: a partir de las votaciones que comienzan hoy y finalizan este domingo se sabrá cuál es su real consistencia en el Congreso. Se necesitan 172 votos para evitar la destitución de la presidenta o, visto de otro modo, 342 para decretar el fin anticipado de su mandato. 

La sangría sufrida por la alianza que junto al Partido de los Trabajadores (PT) sostenía el Ejecutivo ha sido notoria. Se le ha ido su principal aliado, el PMDB, de centro derecha, y en estas horas también ha abandonado la coalición el Partido Social Demócrata. Al día de hoy, el PT cuenta con 93 votos en contra de la destitución. 

La esperanza para la presidenta se centra en los legisladores indecisos que, dentro de cada grupo, analizan si afrontar o no lo imprevisible de un gobierno de transición. Las dudas abundan, porque los argumentos jurídicos para poner fin al mandato son endebles: correr partidas presupuestales para maquillar balances ha sido una praxis habitual de los ejecutivos durante décadas. 

Eso nos lleva a la pregunta inicial. No es la hora de la verdad, porque no responden a verdad las reales razones de este proceso de destitución puesto en marcha por legisladores, como el presidente de la Cámara Baja, quien está siendo investigado por inexplicables cuentas multimillonarias en el exterior. 

Entre las varias decenas de legisladores investigados por el escándalo Petrobras, el episodio que dio el puntapié al proceso de destitución, aunque sea el motivo de este juicio, los del PT no son en ningún caso la mayoría. Significa que la crisis política y moral está enquistada en todos los sectores de la política. 

Sin embargo, pese a esta evidencia, la pregunta es ¿qué sentido puede tener salvar este mandado por un puñado de votos, obtenidos en muchos casos prometiendo de todo a legisladores aislados, que es lo que está haciendo el ex presidente Lula da Silva? ¿Qué gobernabilidad puede asegurar a un país acosado por una dura recesión, un Ejecutivo en el que posiblemente la mayoría de la gente descree, porque ha hecho todo lo contrario de lo que anunció en su campaña electoral? 


Quizás el camino más racional podría ser el de remitirse a la decisión de los electores y habilitar una convocación anticipada de las elecciones, como lo ha sugerido la ex candidata presidentas Marina Silva. Sería algo más acorde con la realidad que este juicio político no logra representar por completo.

lunes, 11 de abril de 2016

Las dudas que alimentan los Panama papers


Pasados los primeros momentos de impacto por las revelaciones de los Panama papers (los documentos de Panamá), comienzan las preguntas que surgen analizando más fríamente los hechos.

Es sabido que los refugios fiscales atraen dinero de evasores, corruptos, criminales y juegos poco claros. La condena, no de los ricos y poderosos, sino de los ciudadanos de a pie y de parte del mundo político es tajante. Sin embargo, cabe preguntarse quién y cómo se difunde esta documentación, más allá de las explicaciones del grupo de periodistas que ha trabajado en los Panama papers. Nadie duda de que es un scoop periodístico lo que aparece en las revelaciones. El tema, más bien, es lo que no dicen. Vamos a hacer un ejercicio de reflexión. 

Los documentos difundidos en su momento por Wikileaks fueron 250.000 archivos. Nadie se imagina a alguien leyendo tantos documentos, seleccionando y dando en el blanco con los más jugosos en medio de 11,5 millones de carpetas digitales, 46 veces las de Wikileaks. De estar impresas, formarían una columna de papeles alta cientos de kilómetros. Es claro entonces que fue necesario recurrir a un software para buscar en este mar de datos que abarca desde 1971 a 2015. Lo explica el proprio International Consortium of Investigative Journalists cuando presenta su labor. La pregunta es ¿quién pone y cuáles son los parámetros de la búsqueda en medio de tantos datos? Porque es llamativo que no aparecen nombres vinculados con la más poderosa economía del planeta. Es raro, siendo que el estudio legal Mossack Fonseca trabajaba en gran parte de las plazas financieras mundiales. Cuando se avanza en el análisis del proceso de divulgación de los datos, las dudas se incrementan.

Hubo una mano anónima que, incluso gratis, envió esa masa de información al diario bávaro Süddeutsche Zeitung. Este medio pertenece a una casa editorial vinculada a los principales conglomerados editoriales alemanes. Aun así, se trataba de una mole de trabajo inmensa, así que la redacción recurrió al International Consortium of Investigative Journalists (ICIJ), un red de 190 periodistas de más de 60 países especializado en los escándalos financieros.
El tema es que el ICIJ  es una emanación del Internacional Center for Public Integrity con sede en los Estados Unidos. Entre los financiadores de esta última institución figuran las principales fundaciones de grandes familias capitalistas, como los Rockefeller, los Rothschild... la Open Society de George Soros, entre otros filántropos de esta envergadura. Y aquí las dudas se intensifican, porque es conocida la actividad especulativa en las finanzas de Soros. Verlo entre los patrocinadores de un organismo de este tipo supone más de un conflicto de intereses.

Existe por tanto un vínculo entre la red de periodistas y un grupo de grandes capitales, los que toman las decisiones claves en el mundo todavía más opacas que los juegos ocultos desde los paraísos fiscales. Y quizás eso explique la ausencia de firmas y nombres de la economía estadounidense. Hasta el momento se contabilizaron apenas 211 nombres, sobre millones de papeles que, además, abarcan 40 años. Sin embargo, quienes salen afectados por la filtración son adversarios o aliados de la política de la Casa Blanca. 
Si nos concentramos un poco más sobre el estudio Mossack Fonseca, aparece que el bufete se especializaba no sólo en el tema del reciclaje de dinero y la evasión fiscal, sino también en actividades de evasión de sanciones internacionales. Quizás eso explica, en primer lugar, la ausencia de firmas y nombres de estadounidenses. No tenían necesidad de evadir sanciones, siendo que son del país que suele aplicarlas. Pero hay algo más.

Varios años atrás, entre los asesores económicos de Barack Obama fue convocada Christina Romer, una experta de la depresión surgida de la crisis de Wall Street en 1929, la que siguió en los años sucesivos. La tesis de Romer, es que para superar esa fase más que el famoso New Deal, el aporte principal provino del flujo financiero que atrajo los Estados Unidos a medida que se acercaba el drama del segundo conflicto mundial. Es la razón por la que desde la gran potencia global se intentan canalizar los capitales financieros internacionales hacia los paraísos fiscales del área anglo-sajona. Hasta hace poco, en efecto, los Estados Unidos encabezaba el ranking de los paraísos fiscales, gracias a las facilidades ofrecidas por estados como Nevada, Delaware y Wyoming a la hora de contar con un sistema muy discreto y sin controles, que asegura el secreto bancario y el anonimato en las firmas empresariales. La city de Londres es otro refugio fiscal, como los son algunas de las islas bajo soberanía británica. A su vez, por ley los abogados norteamericanos no pueden revelar nombres de clientes, motivo por el cual un ejército de legales figura como directivos de empresas más o menos fantasmas.

El tema que en el fondo se pretende instalar, no es la eliminación de todos los paraísos discales, sino los de ciertos lugares del mundo. El golpe asestado contra Panamá tendrá sus repercusiones, así como las tuvieron las presiones para franquear el secreto bancario de Suiza. Es, además, bastante claro que la promoción del Tratado Transatlántico de Libre Comercio (TTIP) es parte de esta reorganización. Así como las sanciones aplicadas hasta el momento, por diferentes razones aparentemente políticas, son a fin de cuenta funcionales para dicha estrategia. No es casualidad, que las filtraciones han golpeado hasta el momento a adversarios de la Casa Blanca, como Putin (que, en realidad, no tiene ninguna cuenta ni firma a su nombre, sino que las tienen sus amigos) o Assad, y también a aliados como forma de advertencia.

Que los oligarcas rusos pudieran frecuentar los paraísos fiscales a esta altura no suscita asombro alguno. Como tampoco nadie puede asombrarse que los rusos hayan tratado de evadir las sanciones internacionales. Que lo haya hecho el entorno del presidente de Siria, Bachar al Assad, era casi inevitable considerando el cerco que se cerró sobre su Gobierno. Por otro lado, no deja de llamar la atención que mientras en el Reino Unido estallaba el escándalo por las cuentas del padre del primer ministro David Cameron, las portadas de los diarios nacionales se ocuparon de reproducir las fotos de Putin, que no posee cuentas.
La gran ausencia de estadounidenses en los Panama papers, ha comenzado a llamar la atención de varios medios. Desde la versión digital de la BBC al porteño Infobae. Algunas explicaciones son interesantes, como la que alega que "no se han podido leer todos los documentos". Explicación un tanto ingenua, parece dudoso que, sin embargo, justo aparecieron los documentos de los amigos de Putin. Otra sostiene que hace tiempo que los norteamericanos no usan Panamá como refugio fiscal. La pregunta es ¿hace cuánto tiempo? Porque resulta difícil pensar que no lo hicieran en el pasado, puesto que los papales abarcan los últimos 40 años.  

Las dudas, y algunos cabo atados, comenzaron a señalar algo de las bambalinas de este nuevo entuerto. Wikileaks señaló directamente que USAID y Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP) han financiado lo que parece ser cada vez más un operativo. No era una especulación. La confirmación llegó el jueves pasado del segundo vocero del Departamento de Estado norteamericano, Mark Toner, quien dijo que los periodistas recibían financiamiento de varias fuentes, incluido el Gobierno de Estados Unidos. Y aclaró que USAID figura entre las fuentes de financiación y, por si fuera necesario, justificó que no fue para perseguir objetivos sino para garantizar la independencia de la investigación.


Una independencia acerca de la cual dudar comienza a ser un deber.

martes, 5 de abril de 2016

El Isis en retirada

Luego de Palmira, la ciudad arqueológica del desierto, ahora el ejército sirio ha liberado de la ocupación del Isis la pequeña ciudad de Al Qariatein, 120 kilómetros más al suroeste. Sus 15.000 habitantes fueron desplazados por el conflicto. 

La tregua con las demás fuerzas de oposición que luchan contra el Gobierno sirio, ha dado como resultado la posibilidad de concentrarse contra el principal enemigo, los terroristas del Estado Islámico (que ni es estado ni encarna la religión que pretende representar). También ha dado resultados el apoyo de milicias aliadas: los chiitas libaneses de Hizbolah, los pasdarán iraníes y también y afganos chiitas, más el apoyo de los speznatz rusos (tropas de élites) soportados desde el aire por la aviación de su país. 
¿Hacía falta tanto despliegue? Lo que a menudo se soslaya es que las milicias que combaten contra el régimen de Damasco las componen combatientes de 70 países y han causado notables bajas al ejército regular sirio en estos años. 
Los reveses del Isis permitirán conocer más sobre cómo este grupo ha logrado tanta eficacia contra ejércitos regulares (en Siria e Iraq) y de dónde proviene su equipamiento. En pocos meses los ataques aéreos rusos han logrado lo que en más de un año no consiguió la coalición guiadas por Estados Unidos. También esto deberá ser aclarado. 
Ahora el objetivo es Raqqa, el bastión sirio del Isis. Su conquista podría despejar el territorio sirio de esta presencia amenazadora. 
Pero eso es tan sólo el aspecto militar. El más duro porque implica vida humanas. El aspecto político, es decir, cómo el Isis pudo ser tan fuerte, con qué apoyos y con qué financiación será el tema de los próximos meses. 
Antes estos antecedentes, el de un ataque coordinado y deliberado contra países soberanos, como ha ocurrido en Siria y Libia más recientemente, si la comunidad internacional no reconstruye un nuevo orden entre las naciones, la perspectiva es que seguirán provocándose nuevos conflictos, porque nadie tendrá la fuerza moral para impedir nuevas agresiones.

La agenda de los conflictos, de esta tercera guerra mundial no declarada que hay que detener es larga: Iraq, Yemen, Mali, Ucrania, Afganistán, Iraq, República Centroafricana, Sur de Sudán, y nuevamente el enclave de Nagorno-Carabaj... Y se hace urgente intervenir. 

viernes, 1 de abril de 2016

¿La Unión Europea renuncia a sus principios?


Turquía acepta hacerse cargo de los refugiados a cambio de una sustanciosa ayuda económica y de facilidades para ingresar en la Unión Europea. Sin embargo, no sólo en el país no están garantizados derechos fundamentales sino que no está clara su postura acerca del terrorismo del Isis.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Colombia negociará la paz también con el ELN

El Gobierno del presidente Santos anunció que llegó a un primer acuerdo con la segunda guerrilla del país. Para comenzar las conversaciones, previamente deberán ser liberadas todas las personas bajo secuestro de los insurgentes. Se provechará la experiencia de las negociaciones con las FARC y la hoja de ruta para las discusiones será la misma.

martes, 29 de marzo de 2016

Crisis económica: ¿y si cambiáramos de paradigma?

La tesis de grado de una brillante egresada brasileña de economía ha afrontado el dilema de la opción entre políticas de mayor redistribución del ingreso, con efectos visibles a nivel de inclusión social pero practicables sólo en fase de crecimiento porque los ingresos fiscales no son capaces de sustentarlas, y las políticas neoliberales, que cuidan de los ingresos fiscales pero al precio de más desigualdad e injusticias sociales.

Si la última década es un ejemplo del primer modelo, las décadas anteriores son ejemplo del segundo.

Ante la indefinición de los economistas, que no se atreven a un cambio de paradigma, la respuesta pragmática de la flamante economista ha sido la de alternar gobiernos neoliberales, para acumular recursos, a gobiernos más progresistas para avanzar en la justicia social.

Dos cosas quedan claras ante el planteo. Ni las recetas redistributivas ni las neoliberales son sustentables. Las primeras no lo son en el plano de los recursos, las segundas en el plano político, social y cultural. ¿Qué tipo de crecimiento es un incremento del ingreso per capita, en realidad a beneficio de algunos y no de todos y en medio de la desigualdad? 
La alternativa podría ser la de arribar a un cambio de paradigma económico. En los ámbitos académicos se soslaya el rol de la economía social en la economía de mercado: es un aliado precioso para el Estado porque evita que pese sólo sobre las arcas públicas la tarea de incluir a los sectores más vulnerables o que quedan fuera del mercado; es un imponente movilizador de recursos, porque no es sólo desde el ámbito público que se cumple la tarea de redistribución del ingreso.


La economía social, de hecho, es parte del sector privado y sin embargo en América latina representa frecuentemente entre el 5 y el 10 por ciento del producto bruto interno en los diferentes países. Es un sector que todavía no conoce su techo, con grandes posibilidades de desarrollo y que nos remite a otros principios que son clave para el mercado: la solidaridad, la gratuidad, la reciprocidad.  

sábado, 26 de marzo de 2016

Nace la federación kurda de Siria

Los kurdos de Siria, ubicados en la región norteña que limita con Turquía, conocida como Rojava, han constituido una región federal en los territorios bajo su control desde que tuvieron que salir armados a defenderse de los embates de los yihadistas en la guerra que ha enlutado el país, incluyendo al Isis. 

jueves, 24 de marzo de 2016

Pace in Colombia, appuntamento mancato o rimandato?

La firma della pace tra il governo e le Farc era attesa per il 23 marzo. Ma bisognerà avere ancora pazienza. A Cuba, sede dei negoziati, si affronta la delicata questione della smilitarizzazione della guerriglia. L’ultimo dei nodi ancora da sciogliere, anche se il cammino percorso è stato veramente lungo


La data della firma dello storico accordo tra il governo della Colombia e la guerriglia delle Farc era stata fissata per il 23 marzo, cioè ieri. Ma la giornata è trascorsa nel silenzio generale. Forse la sorpresa (o la delusione) è stata maggiore all’estero che nel Paese. Infatti, era ormai un segreto di Pulcinella che l’accordo di pace sarebbe slittato, l’80% dei colombiani dubitava che la data sarebbe stata rispettata. Cosa è successo? 

In realtà esistevano due letture dell’annuncio dato a settembre, con inclusa stretta di mano del presidente Juan Manuel Santos e il leader delle Farc, il famoso Timochenko, nel quale si stabiliva un termine perentorio di 6 mesi per mettere la parola fine al conflitto armato. Per il governo, i 6 mesi si contavano a partire da settembre ma per le Farc si contavano a partire dalla definizione della questione della giustizia transizionale durante il processo di pacificazione, accordo siglato a metà dicembre. Pertanto, per la guerriglia, la firma dell’accordo è da prevedersi per la metà di giugno. 

Che, ad ogni modo, non si sarebbe giunti a tempo per marzo, era chiaro anche a Santos che ha recentamente dichiarato che preferiva postiticipare la firma piuttosto che accettare un patto insoddisfacente.
Ma se ormai tutti i punti dell’agenda sono stati affrontati, cosa si sta negoziando a Cuba? In realtà, va definito nei dettagli l’ultimo punto: la smilitarizzazione delle Farc e la consegna delle armi. La guerriglia non parla mai di disarmo, ma di lasciare le armi. Cioè depositarle in alcuni arsenali sotto la supervisione, già assicurata, dell’Onu. Perché? Il problema è che esiste l’esperienza storica di un massacro di un gruppo sovversivo in passato, dopo aver siglato la fine dello scontro armato. I guerriglieri allora depositerebbero le armi e si concentreranno in alcune aree e le stesse forze armate, fino ad oggi loro nemiche, dovranno garantire loro che non ci saranno rappresaglie e vendette. Per tale ragione, il governo desidera che le aree di concentramento non siano più di una diecina (anche per stabilire il principio che il gruppo smette di controlare territori), mentre le Farc preferiscono che siano le zone dove oggi sono dislocare le loro unità: aree conosciute e dove esistono reti di collaboratori in caso di necessità. Siamo dunque in una fase chiave dove occorre contare sulla reciproca fiducia: chi lascia le armi deve credere che sarà protetto e chi protegge deve credere che le armi sono state lasciate. 

Nessun accordo di pace è facile. Lascerà sempre alcuni insoddisfatti. Ed è impossibile che non sia così. D’altra parte, Farc e governo hanno percorso un lungo cammino: hanno definito la questione della riforma agraria (in Colombia esiste una spaventosa concentrazione delle terre coltivate), lavorano assieme nello sminamento di varie zone, hanno chiarito la questione del narcotraffico da affrontare, hanno messo in moto una commissione che renda pubbliche le ragioni storiche del conflitto, hanno stabilito criteri per le riparazioni a beneficio di quanto hanno perso i loro beni, hanno stabilito criteri di giustizia transizionale per punire i crimini di guerra, e hanno messo le basi per l’inserimento politico delle Farc nella politica nazionale... Pare dunque difficile che non si giunga a una pace definitiva, come non mai a portata di mano.

Emisiones de efecto invernadero a un ritmo diez veces superior que en el pasado

Hace unos 55,8 millones de años, cuando la temperatura media del planeta aumentó unos 5 grados, el incremento de las concentraciones de gases de efecto invernadero fue 10 veces más lento que el actual. Lo indica un nuevo estudio que demuestra cómo el actual ritmo de emisiones de gases de efecto invernadero no tiene antecedentes en la historia geológica del planeta, y podría poner en crisis la capacidad de los ecosistemas de adaptarse a un cambio climático tan rápido.
Según un estudio publicado por la revista “Nature Geoscience” realizado por Richard E. Zeebe de la Universidad de Hawaii en Manoa, y por otros colegas de institutos de los Estados Unidos que han medido la abundancia de los isótopos de oxígeno y del carbono en algunos campeones de sedimentos recogidos en Milville, en el Estado de New Jersey (Estados Unidos), el actual nivel de emisiones de gases de efecto invernadero de origen antrópica (es decir, provocado por la actividad humana) no tiene antecedentes en los últimos 66 millones de años.

No hay desarrollo donde hay desigualdad

Varias noticias preocupantes han aparecido en estos días. 
Desde hace meses, varios de los Gobiernos de la región han corregido hacia la baja sus previsiones de crecimiento o, directamente, de recesión. Colombia, Ecuador y Chile figuran los que ajustaron sus expectativas de crecimiento a niveles más bajos. Brasil en cambio, tuvo que admitir que su nivel de recesión se incrementa. La Argentina casi no está en condiciones de realizar un pronóstico claro para este año.
Al mismo tiempo, algunos informes de CEPAL y la ong OXFAM, señalaron que en 2014 y 2015 el número de pobres de la región se incrementó de 168 a 175 millones, luego de diez años de una importante reducción que en varios casos permitió cumplir con el Objetivo del Milenio de reducir a la mitad la pobreza. Otro documento indica la escasa propensión de los sectores más ricos de América latina y el Caribe de pagar impuestos sobre sus rentas. El 10 por ciento más rico no sólo posee el 71 por ciento de la riqueza, sino que en promedio abona al fisco el 5,4 por ciento de impuestos sobre sus rentas. En algunos casos se llega a pagar apenas entre el 1 y el 3 por ciento de esos ingresos. En Europa y Estados Unidos el aporte fiscal de los más ricos varía respectivamente entre el 20 y el 14 por ciento. Se estima que en la región se evaden impuestos por 320.000 millones de dólares.
Algunos datos sobre la persistencia de la desigualdad: en 2014 el ingreso per cápita de las personas del 10 por ciento de mayores ingresos fue 14 veces superior que el del 40 por ciento de menores ingresos. Si en la región el índice promedio de desigualdad, medido con el coeficiente Gini (1 es el máximo de la desigualdad y 0 la condición ideal), se ubica en torno a 0,48/0,49, cuando en Colombia lo medimos teniendo en cuenta la tenencia de la tierra, el índice supera 0,8, es decir muy próximo a la perfecta desigualdad: todo en manos de poquísimos.
Los datos de la desigualdad corren un manto de argumentos falaces cuando desde sectores financieros e industriales se critican las políticas sociales aplicadas durante estos años. El problema verdadero, es que los sectores más pudientes quieren preservar su nivel de beneficios, pese a que éstos sean notables con respecto al promedio de ingresos en los diferentes países.
Sin duda, hubo corrupción (que no es nueva) y un mal uso de los recursos públicos, que debe corregirse. Pero en ambos casos estamos por debajo del monto astronómico evadido por los sectores pudientes, que también es un síntoma de corrupción. No tapemos el sol con un dedo: el verdadero desarrollo es el desarrollo de todos y no de algunos. Y el resultado de eso es la mayor armonía y cohesión social. Pretender mantener las actuales desigualdades es querer perpetuar una injusticia que sólo corroe el tejido social. 

miércoles, 23 de marzo de 2016

Bruselas el día después

Luego de disiparse el humo de la violencia y del torbellino informativo –no siempre útil para entender las razones de ciertos acontecimientos –, los hechos adquieren su peso más real. Y en primer lugar está el dolor por las familias de los más de 30 muertos y los 250 heridos. 

Vidas interrumpidas abruptamente por la locura asesina, violencia que hiere el corazón de una Europa que, con todos sus límites, sigue siendo el experimento de integración entre países más logrado en el mundo, de proyecto compartido de desarrollo, de democracia al más alto nivel, proyectada hacia el horizonte de un bien común por encima de los intereses de los países en cuanto tales. Los ataques en Francia y ahora en Bruselas, pero también los de Madrid y Londres hace unos años, pretenden instaurar un mundo de barreras económicas y sociales que la democracia europea ha tratado de superar mirando hacia intereses comunitarios. Pretenden acentuar el miedo, la desconfianza hacia la diversidad, pretenden instalar el odio y la guerra entre religiones porque de todo esto se alimenta el terrorismo. No lo hacen desde una creencia religiosa. El mundo mejor que prometen es para pocos, no para todos ni para los que piensan y rezan en modo diferente. 

De hecho, la condena del atentado ha sido amplia a partir de comunidades islámicas presentes en Europa y fuera de ella. La principal institución del Islam sunita, Al Azar, señala que los ataques “violan las enseñanzas tolerantes del Islam” por lo que “condena enérgicamente estos ataques terroristas, estos crímenes atroces”, destacando, además, la necesidad de enfrentar esta “epidemia”. 

Tiene razón Al Azar cuando habla de epidemia. Se vive una epidemia de odio que debe ser atacada en sus focos de origen. La respuesta debe ser en el plano político y de la sociedad civil. Es necesaria firmeza, no sólo en la persecución de los ejecutores materialmente responsables de estos actos criminales, en Europa como en Medio Oriente, África y Asia, sino también llegar a quienes alimentan sus ideas. Y no cabe duda alguna de que es incoherente el nivel de relaciones políticas y comerciales que se le está otorgando a países que fomentan las corrientes de pensamiento salafitas y fundamentalistas de las que se nutren los yihadistas. Estamos hablando de las monarquías del Golfo Pérsico con Arabia Saudita y Qatar a la cabeza, que han dado y dan cobijo y financiación a terroristas. No se puede negociar con estos países (cuyos capitales son incluso auspiciantes de varios clubes de fútbol europeos) soslayando las conexiones ideológicas entre ellos y el terrorismo. 

En este sentido, recurrir a palabras rimbombantes como “estamos en guerra”, como lo han hecho varios ministros europeos, privilegiar la respuesta armada a la investigación inteligente (y aparecen algunas peligrosas omisiones de los investigadores belgas) distrae del verdadero problema que la guerra alimenta. Desde el 11 de setiembre de 2001, además de haber aumentado la cantidad de conflictos, el mundo ha sido herido por una cadena de atentados de las que casi nunca se han podido llegar a sus mandantes. La solución militar sólo desparrama en el mundo más violencia y dolor. Es entonces el momento no sólo de políticas comunes en Europa, sino de un pronunciamiento y una acción común contra el terrorismo. Por mucho menos, otros países han sido excluidos del comercio internacional y de los ámbitos políticos internacionales durante años. No se puede seguir aplicando este doble rasero. Estar con Dios y con el diablo, termina por alimentar esta epidemia de odio.

lunes, 21 de marzo de 2016

Lor ricos de América latina poseen mucho y tributan poco

El 10% más rico de la población en América Latina y el Caribe paga una tasa efectiva de impuesto sobre la renta personal excepcionalmente baja si se la compara con la tasa aplicada al ingreso de los trabajadores asalariados, de acuerdo con la investigación Tributación para un crecimiento inclusivo presentada hoy por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la ONG OXFAM. 
En algunos países de la región, el estrato de mayores ingresos paga por concepto de este impuesto entre el 1 y el 3 por ciento de su ingreso bruto, mientras que en otros países aporta alrededor del 10 por ciento. En comparación, en Estados Unidos la tasa efectiva para el 10 por ciento más rico es de 14,2 por ciento y en algunos países europeos incluso excede el 20 por ciento, explica el documento. “Salvaguardar los avances ya logrados por América Latina y garantizar un crecimiento inclusivo y sostenible deben ser prioridades para todos los países de la región. En consecuencia, la CEPAL y OXFAM hemos firmado un acuerdo para trabajar de manera conjunta en la promoción y construcción de un nuevo consenso contra la desigualdad”, planteó Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL. 
El acuerdo de cooperación suscrito, que incluye la planificación e implementación de actividades conjuntas en diversos ámbitos, está orientado a fortalecer el consenso entre gobiernos y organizaciones sociales respecto a la necesidad de promover una agenda de políticas que aborden la desigualdad y la pobreza en todas sus formas estructurales. El informe presentado alerta que la recaudación de impuestos en América Latina es, en general, demasiado baja, por lo que la gran mayoría de los países de la región no recaudan lo suficiente para suplir las necesidades mínimas de la población en materia de salud y educación públicas, por ejemplo, ni para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (para lo cual se estima una recaudación mínima del 20 por ciento del producto interno bruto, PIB). 
El sistema fiscal de la región favorece la recaudación de impuestos al consumo, como el IVA, lo que pone a las personas con menores ingresos en una gran desventaja frente a personas y empresas más ricas con beneficios de exenciones tributarias y facilidades para eludir impuestos, advierte el estudio. “Entre 2002 y 2015, las fortunas de los multimillonarios de América Latina crecieron en promedio un 21 por ciento anual, es decir, un aumento seis veces superior al del PBI de la región. Gran parte de esta riqueza se mantiene exenta del pago de impuestos o en paraísos fiscales. Es vergonzoso que en la mayoría de los países de la región continúe el aumento progresivo en la tasa y los bienes que pagan IVA, en vez de atacar la evasión fiscal y reducir las exenciones que reciben los que más tienen”, planteó Simon Ticehurst, Director de OXFAM para América Latina y el Caribe. 
Según la investigación conjunta, los gobiernos otorgan un trato favorable a las compañías multinacionales en materia de impuestos, por medio de reducciones excesivamente generosas de las tasas del impuesto de sociedades. De acuerdo con algunos cálculos, la carga impositiva para las empresas nacionales equivale al doble de la carga efectiva soportada por las compañías multinacionales. En el documento, OXFAM y CEPAL hacen un llamado a los gobiernos de América Latina y el Caribe a reequilibrar los impuestos directos e indirectos, de forma que quienes más tienen –los individuos adinerados y las grandes empresas-, sean quienes más paguen. 
Esto implica trasladar la carga de impuestos desde los trabajadores y el consumo, hacia el capital y la riqueza, gravando, por ejemplo, las transacciones financieras, las herencias y ganancias de capital, y revisando los incentivos que reciben las compañías multinacionales. Para Bárcena, “un sistema tributario internacional arcaico y disfuncional también proporciona a las empresas y a los ricos amplias oportunidades para que eviten pagar los impuestos que les corresponden en justicia”. Según datos de la CEPAL, la evasión de impuestos sobre la renta personal, corporativa y del IVA le cuesta a América Latina y el Caribe más de 320.000 millones de dólares al año, es decir, 6,3 por ciento del PIB. Para hacerse una idea de la incidencia de esta suma en la economía de la región, se estima que los grandes proyectos de infraestructura, que podrían incrementar el comercio interno latinoamericano, se sitúan en torno a unos 160.000 millones de dólares, la mitad de lo evadido. 
El reporte lanzado hoy exhorta a los gobiernos a reducir en un 50 por ciento la evasión y la elusión fiscal en los próximos cinco años y un 75 por ciento en 10 años, participando en el debate global para redefinir el sistema fiscal internacional. Esto incluye poner fin a los paraísos fiscales y permitir que todos los países de la región puedan recaudar por lo menos el 20 por ciento de su PIB.