viernes, 5 de julio de 2013

También el ELN se suma al proceso de paz


Luego de haberse separado y hasta combatido, las FARC y el ELN volvieron a unirse para sumar esfuerzos en el proceso de paz. El presidente Santos se mostró abierto, pero pidió como gesto que cesen los secuestros. El gobierno quiere avanzar por mesas separadas.

También la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) quiere sumarse a las negociaciones de paz con el gobierno de Colombia. Luego de una cumbre entre líderes de las FARC y del ELN, realizada en algún lugar de las montañas colombianas, las dos organizaciones volvieron a unirse en vista de un objetivo, después de años de separación y de haberse incluso combatido mutuamente, e hicieron saber al gobierno la necesidad de sentar a la mesa de paz también a esta segunda organización. El presidente Juan Manuela Santos, en varias oportunidades, ya se había referido a la necesidad de convocar también al ELN al proceso de paz, que en ese caso, se fortalecería indudablemente. Valorando la liberación de un militar por parte del ELN realizada en estos días, Santos también ha subrayado que la guerrilla debe liberar también un técnico canadienses secuestrado en enero de este año. Por otra parte, el ELN sostiene que hay que incorporar al proceso también a la sociedad, mientras que no es ésta la postura del gobierno.

El ELN es la segunda guerrilla del país, y actualmente suma unos 1500 combatientes en un frente bastante más reducido, que opera en algunas áreas del país pero sin la fuerza de años atrás. Su estrategia más reciente ha sido la de los secuestros de extranjeros, en su mayoría trabajadores de emprendimientos mineros, como el técnico canadiense ya mencionado, pero no se la ha reportado mayores dividendos políticos.

Si bien las dos guerrillas coincidieron que el proceso de paz debe abarcar a toda la insurgencia colombiana, para el gobierno del presidente Santos, se deberá avanzar en mesas separadas y no a través de una negociación conjunta. Por otro lado, el gobierno tampoco acepta que el proceso se complete con una asamblea constituyente, acaso el punto sobre el cual hay más discrepancias en las negociaciones con las FARC que se llevan a cabo en La Habana, Cuba.

Este regreso a la unión con la guerrilla de las FARC apunta por un lado a fortalecer al ELN que padece un gran debilitamiento, y por otro a apuntalar los reclamos de la primera, sentando un nuevo actor a la mesa de las negociaciones. Por otro lado, Arial Ávila, coordinador del Observatorio de la Fundación Paz y Reconciliación, cree que una mesa paralela será la solución más probable, ya que ambas organizaciones quieren evitar que la finalización del conflicto sea violenta: “Las FARC operan en 14 zonas del país y el ELN coincide en 9 de ellas. Si no se da una negociación paralela, el riesgo es que el ELN termine absorbiendo combatientes o que se inicie una purga interna entre guerrillas”, sostuvo.

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