Desde La Habana, donde las partes negocian el fin del conflicto, las delegaciones del gobierno de Colombia y de la más antigua guerrilla de la región emitieron un documento conjunto en el que anuncian importantes reformas sobre temas agrarios.
Luego de seis meses de negociaciones de paz en La Habana, el gobierno del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y las FARC, la guerrilla más antigua de América Latina, anunciaron este domingo un acuerdo sobre el primero de los seis puntos de la agenda de las reuniones y que se centra en el desarrollo rural.
Desde el 19 de noviembre, las Farc y el gobierno colombiano negocian en Cuba la paz, bajo el auspicio del gobierno local y de Chile, Noruega y Venezuela
Las partes emitieron un comunicado conjunto, Hacia un nuevo campo colombiano: Reforma rural integral, en el que se refirieron al enfoque territorial, a la infraestructura y la adecuación de tierras, al desarrollo social (salud, educación, vivienda, erradicación de la pobreza), al estímulo a la producción agropecuaria y a la economía solidaria y cooperativa. En el texto también se habla de asistencia técnica, subsidios, créditos, generación de ingresos, mercadeo, formación laboral, políticas alimentarias y nutricionales.
“Será el inicio de trasformaciones radicales de la realidad rural y agraria de Colombia con equidad y democracia" se dice en un apartado del documento, que "está centrado en la gente, [en] el pequeño productor, el acceso y distribución de tierras, la lucha contra la pobreza, el estímulo a la producción agropecuaria y la reactivación de la economía del campo”.
El acuerdo también contempla la situación de aquellos campesinos que se quedaron sin tierra. Se creará el Fondo de Tierras para la Paz para ese fin, al tiempo que todos los predios en manos de los campesinos del país serán titulados.
De todos modos, se aclaró que el acuerdo alcanzado sobre el tema agrario, como el resto de puntos de la agenda, se implementará sólo si logra un consenso general. Un referendo popular deberá ratificar los acuerdos alcanzados entre el gobierno y las FARC, aclaró el jefe de la delegación del Gobierno, Humberto de la Calle. "Serán los colombianos en última instancia los que digan si quieren o no este acuerdo”, dijo de la Calle.
El histórico acuerdo llega luego de la ruptura de las últimas negociaciones de paz, en 2001, y está generando optimismo luego de críticas y de semanas de coloquios aparentemente estancados.
El presidente Santos manifestó que en su cuenta de twitter: “Celebramos, de veras, este paso fundamental en La Habana hacia un pleno acuerdo para poner fin a medio siglo de conflicto”, escribió. El mismo De la Calle, a quien nadie podría calificar de blando, por su trayectoria, calificó de histórico el consenso alcanzado. "Permite transformar de forma radical la realidad rural de Colombia – dijo -, "en pleno respeto por la propiedad privada y el Estado de Derecho. Los propietarios legales nada tienen que temer”.
Las FARC aparecen dipuestas a poner fin al conflicto, pese a las sospechas manifestadas por algunos políticos de querer ganar tiempo. Desde 1985 no se había llegado tan lejos en los intentos por alcanzar la paz.
El tema agrario era, posiblemente, el más complejo de los temas en agenda, ya que abarcaba cambios de mucha profundidad, que alcanzan un número enorme de ciudadanos: campesinos que perdieron sus tierras por abusos de terratenientes, desplazados por el conflictos, otros que simplemente nunca habían accedido a un predio.
Las conversaciones recomenzarán el próximo 11 de junio cuando abordarán la inserción de las FARC en la vida política del país una vez que se desmovilicen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario