Durante una breve escala en Madrid, el presidente de Bolivia se reunió con el Jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, y ambos dieron por zanjado el episodio del cierre del espacio aéreo al avión del mandatario sudamericano.
El episodio derivó en un incidente diplomático.
Como coletazo de la huida del ex analista de la CIA, Edward Snowden, el 2 de julio el presidente de Bolivia, Evo Morales, de regreso a su país luego de una reunión de productores de petróleo en Rusia, fue víctima de un verdadero atropello de las normas internacionales y diplomáticas cuando España junto a Francia, Italia y Portugal le negaron la autorización a cruzar su espacio aéreo. Se cree que estos gobiernos actuaron por presiones de Washington, en base a la supuesta presencia de Snowden en el avión boliviano.
En los días previos, el gobierno boliviano se había mostrado dispuesto a conceder asilo político al ex funcionario de la CIA. Morales acabó varado una noche entera en el aeropuerto de Viena y el episodio degeneró un conflicto diplomático que resonó en toda Latinoamérica. Sucesivamente, aparecieron las disculpas, entre ellas las del gobierno español, no sin haber antes negado toda responsabilidad.
La visita que relámpago que realizó Morales a España, de paso por otros países europeos, permitió dar por concluido el desafortunado episodio. “No guardo ningún rencor. Los indígenas no somos vengativos”, declaró Morales luego de reunirse con el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, por primera vez desde el incidente.
Morales se negó a comentar cualquier detalle de aquella noche y también de las explicaciones recibidas. La intensa labor diplomática de estos dos meses permitió superado el entredicho, dijo a la prensa, así como varias conversaciones telefónicas con Rajoy, de las que tampoco quiso comentar el contenido. El presidente de Bolivia atribuyó lo sucedido a “agentes externos que tratan de enfrentarnos”. Lo único que comentó el mandatario sudamericano de la reunión con Rajoy, fue que el Jefe del gobierno español le dijo que Bolivia es “prioritaria” en la ayuda española al desarrollo.
Evo Morales tiene previsto en su agenda un encuentro con el papa Francisco en el Vaticano. Las relaciones entre España y Bolivia antes del incidente del avión no pasaban por un buen momento. En febrero, el Gobierno boliviano decidió nacionalizar la gestión de tres aeropuertos internacionales que hasta entonces controlaba la española Abertis.
La reacción desde Madrid fue muy dura y la embajadora boliviana fue convocada para dar explicaciones. La reunión de ayer dio por superado también este asunto. El mismo Morales tuvo palabras halagadoras acerca de los proyectos que están realizando empresas españolas en su país.
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