Pocas horas después de que colapsaron las Torres Gemelas, también cayó en caída libre el Edificio 7 del World Trade Center, una torre larga 100 metros y de más de 40 pisos.
Las explicaciones oficiales o ignoran el episodio o son insuficientes y contradictorias.
Transcurrió un nuevo aniversario, el número 12, de los eventos del 11 de setiembre de 2001. Pero sigue vigente el reclamo de la verdad sobre esos hechos por parte de un sector, indudablemente minoritario de la opinión pública, que no encuentra en la versión oficial las respuestas a las tantas preguntas acerca de lo que efectivamente pasó en ese trágico día.
Entre los grupos que se dedican a investigar las cuestiones vinculadas con esos eventos, señalamos elConsensus911 Panel formado por expertos en diferentes disciplinas que analizan, una y otra vez, tanto la versión oficial como el material disponible en video, fotos y audios en busca de una respuesta racional y, en primer lugar, coherente con el conocimiento científico.
Uno de los puntos sobre el que los integrantes del panel han establecido un consenso mínimo (de ahí el nombre del grupo, cuyos trabajos se pueden conseguir en su página web), guarda relación con el derrumbe del Edificio 7 del World Trade Center (WTC-7), que ese día, a las 17,20 horas de New York aproximadamente, colapsó en una caída de menos de diez segundos. Sin embargo, se habla muy poco de este episodio ya que la atención se centra en el colapso de las dos Torres Gemelas.
El WTC-7 era una torre de más de 40 pisos y la modalidad de su caída fue idéntica a los dos enormes rascacielos gemelos, de no ser por el detalle que esta tercera estructura no fue alcanzada por ningún avión. Cómo pudo suceder es un verdadero problema, de difícil solución. Veamos por qué, tomando en consideración los detalles estudiados por los integrantes del Consensus911 Panel.
El WTC-7 se encontraba a dos cuadras de distancia de las Torre Gemelas. Recibió el impacto y fue dañad
o por los escombros de la torre norte cuando fue alcanzada por el avión. Policías y bomberos ordenaron evacuar el edificio alegando que “pronto se derrumbaría”, lo que se verificaría cerca de las 17,20, cuando la parte superior este comienza a derrumbarse, con algunos instantes de anticipación respecto de la parte superior oeste, mientras que el resto del edificio entraba en caída libre.
Sin embargo, en el frondoso reporte final de la comisión oficial (“9/11 Commission Report”) que reconstruyó el 11/S, no hay ninguna mención acerca de este edificio. Tampoco se ocupó del WTC-7 il National Institute to Standard and Technologies (NIST), encargado de la investigación técnica de los derrumbes, que en un primer momento sólo habló de las dos torres.
Recién siete años después (un retraso llamativo) el NIST publicó un documento sobre el tercer edificio "Final NIST Report on the Collapse of World Trade Center Building 7". En el tardío informe se atribuye el colapso del edificio al incendio provocado por la caída de material de la torre norte. El derrumbe, se explica en el texto, no fue en caída libre sino “progresiva”.
Sin embargo, las evidencias no confirman el reporte. En efecto, las filmaciones disponibles (ver al final de este texto) muestran claramente que la parte alta de la zona este (a la izquierda, en las imágenes del video) caerse unos instantes antes de la parte oeste (a la derecha), en una zona que no había reportado daños, ya que éstos se produjeron mucho más abajo.
¿Qué determina que esa parte más alta, alejada de los daños y los incendio, sea la primera en derrumbrarse?). En otros videos (muchos disponibles en Youtube), los incendios visibles son de pequeña entidad, como también lo confirman conversaciones entre los bomberos en esas horas.
Luego, el colapso se verifica simultáneamente a lo largo de toda la cuadra ocupada por el WTC-7, los pisos caen en paralelo y acaban envueltos en una nube de polvo blanco como la de las dos torres. La estructura cae sin incluso perder su forma.
El NIST insiste en que el derrumbe fue efecto del fuego y no de los daños recibidos por la caída de material desde la torre norte, que no fueron de entidad, aclara el organismo. Pero luego se contradice al afirmar que esos daños contribuyeron al colapso final.
Sin embargo, atribuir al fuego la responsabilidad de la caída del edificio choca contra las evidencias, por un lado, de incendios de poca entidad, y por otro en el hecho que incendios mucho más feroces y largos en su duración no han provocado el colapso de edificios construidos con vigas de acero.
Los estudios realizados han demostrado que es prácticamente imposible provocar un colapso de ese modo... De no ser que haya habido explosivos que hayan actuado en las intersecciones de las vigas para facilitar el derrumbe, agrega quien escribe. Además, cabe preguntar por qué razón, además, el NIST no consideró oportuno aportar los datos de los modelos simulados que elaboró para explicar el episodio.
Es uno de los tantos hechos del 11/S que todavía esperan una respuesta. Y no para satisfacer la curiosidad o las ambiciones de algún grupo adicto al complotismo entendido como deporte, sino por respeto a los casi 3 mil muertos inocentes de ese trágico día y por respeto a la verdad. Porque a partir de ese momento el mundo se vio arrastrado en una guerra global contra el terrorismo cuya lógica, fines y métodos no convencen. Como no convencen las explicaciones sobre esos atentados.
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