La
tesis de grado de una brillante egresada brasileña de economía ha
afrontado el dilema de la opción entre políticas de mayor
redistribución del ingreso, con efectos visibles a nivel de
inclusión social pero practicables sólo en fase de crecimiento
porque los ingresos fiscales no son capaces de sustentarlas, y las
políticas neoliberales, que cuidan de los ingresos fiscales pero al
precio de más desigualdad e injusticias sociales.
Si
la última década es un ejemplo del primer modelo, las décadas
anteriores son ejemplo del segundo.
Ante
la indefinición de los economistas, que no se atreven a un cambio de
paradigma, la respuesta pragmática de la flamante economista ha sido
la de alternar gobiernos neoliberales, para acumular recursos, a
gobiernos más progresistas para avanzar en la justicia social.
Dos
cosas quedan claras ante el planteo. Ni las recetas redistributivas
ni las neoliberales son sustentables. Las primeras no lo son en el
plano de los recursos, las segundas en el plano político, social y
cultural. ¿Qué tipo de crecimiento es un incremento del ingreso per
capita, en realidad a beneficio de algunos y no de todos y en medio
de la desigualdad?
La
alternativa podría ser la de arribar a un cambio de paradigma
económico. En los ámbitos académicos se soslaya el rol de la
economía social en la economía de mercado: es un aliado precioso
para el Estado porque evita que pese sólo sobre las arcas públicas
la tarea de incluir a los sectores más vulnerables o que quedan
fuera del mercado; es un imponente movilizador de recursos, porque no
es sólo desde el ámbito público que se cumple la tarea de
redistribución del ingreso.
La
economía social, de hecho, es parte del sector privado y sin embargo
en América latina representa frecuentemente entre el 5 y el 10 por
ciento del producto bruto interno en los diferentes países. Es un
sector que todavía no conoce su techo, con grandes posibilidades de
desarrollo y que nos remite a otros principios que son clave para el
mercado: la solidaridad, la gratuidad, la reciprocidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario