El alto el fuego será durante un mes a partir del próximo 15 de diciembre. El gobierno, en cambio, seguirá en su ofensiva militar.
“Así sea de manera unilateral, procedemos a ordenar a todas nuestras unidades guerrilleras y milicianas un cese de fuegos y hostilidades por 30 días a partir de las 00:00 horas del próximo 15 de diciembre”. Respondiendo a un "hondo clamor nacional" la guerrilla de las FARC realizó el anuncio de una tregua unilateral. El comunicado fue leído por Pablo Catatumbo, jefe de los negociadores de los guerrilleros en La Habana, donde las FARC y el gobierno de Colombia llevan a cabo desde hace un año las negociaciones para poner fin al conflicto interno.
Las negociaciones se realizan sin que las partes hayan cesado las hostilidades. Cuando, en noviembre del año pasado, comenzó el Cuba el proceso de paz las FARC decretaron también en ese aso una tregua unilateral de dos meses. En este tiempo los guerrilleros se vieron hostigados por la ofensiva militar del gobierno a la que opusieron golpes de mano como el del sábado pasado, cuando atacaron una sede policial en Inzá, en el sur oeste del país, provocando la muerte de 6 policías y 2 civiles y una hola generalizada de repudio en todo el país.
Pese al anuncio, los guerrilleros comunicaron la orden de “permanecer alerta ante cualquier operación enemiga, la cual deberá ser respondida sin dilación alguna. Aún abrigamos la esperanza de que el gobierno nacional corresponda a nuestro gesto ordenando un alto en su ofensiva”.
Este sábado el presidente Juan Manuel Santos dijo que la guerrilla se equivoca si cree que atentados como el de Inzá lograran un alto el fuego bilateral. “No podemos bajar la guardia ni un solo minuto y reitero: la ofensiva militar se mantiene hasta el momento en que lleguemos a un acuerdo, ahí pensaremos en dar el paso al cese al fuego”, dijo el mandatario acompañado por su ministro de Defensa y la cúpula militar.
El atentado de Inzá, avala los argumentos de los que no creen en la real voluntad de las FARC de terminar con el conflictos armado. El ex presidente Alvaro Uribe es acaso el principal representante de esta posición. Y la credibilidad de la guerrilla es escasa. Sin embargo, la paz es la mejor chance para la guerrilla de acabar con el desgaste progresivo de sus fuerzas y finalmente regresar a la vida social y política luego de casi medio siglo de guerra.
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