jueves, 13 de junio de 2013

Una sociedad todavía desigual


Pese a que la clase media mexicana creció cuatro puntos durante la primera década de este siglo, el 60 por ciento de la población pertenece a los sectores más vulnerables y pobres. La clase alta constituye apenas el 1,7 por ciento de los 112 millones de habitantes.

Según un informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de México, el sector de clase media en el país creció de apenas cuatro puntos entre el 2001 y el 2010, pasando del 35,2 al 39,2 por ciento de la población. Pese a los importantes avances de la economía mexicana, los sectores más vulnerables y pobres todavía representan el 59,1 por ciento de los habitantes del país, al tiempo que apenas el 1,7 por ciento de la población pertenece a la clase alta. La población total de México asciende a 112 millones de personas.

Si bien el INEGI aclara que se trata de una investigación aún no definitiva, el informe aporta datos para un debate muy actual en la región latinoamericana, donde hace un año el Banco Mundial señalaba el ascenso de las clases medias, consideradas como un elemento importante para la consolidación y la estabilidad democrática y un factor clave para la cohesión social. En efecto, para el Banco Mundial, un 30 por ciento de los habitantes de América latina son pobres, un 38 por ciento pertenece a la clase media baja, con alta vulnerabilidad mientras que la clase media creció en los últimos años del 20 al 30 por ciento.

Para realizar el estudio, el instituto oficial tomó en cuenta la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, de los años 2000 y 2010, sobre una muestra de más de 30.000 viviendas. Se tomaron además indicadores seleccionados, privilegiando los rubros de gasto sobre los de ingreso.

Por su parte, el INEGI advierte que clase baja no es sinónimo de pobreza, ya que esta última es una situación en la que hay mayores probabilidades de caer “más que constituir una clase social en sí misma”. Un evento como la pérdida del trabajo por una situación de crisis o por efecto de una hiperinflación, la pérdida de la persona que aportaba los ingresos más importantes del hogar, pueden determinar que ese grupo entre en una situación de pobreza.

Para el profesor de economía Gerardo Esquivel, "México todavía no puede considerarse un país de clases medias”. En efecto, el escaso crecimiento de la clase media mexicana contrasta con la evolución de la economía nacional, que según algunos expertos en el futuro podría incluso suplantar a la de Brasil en el ranking mundial. Eso confirma que crecimiento no necesariamente significa redistribución equitativa del ingreso, pese al avance registrado y a la disminución de la vulnerabilidad. La desigualdad está muy instalada en el país, como en el resto de la región que se caracteriza por ser la más desigual del mundo.

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