Más de cinco millones de hondureños podrán elegir entre ocho candidatos. Junto con los partidos tradicionales compiten cuatro nuevas agrupaciones políticas.
Los hondureños se preparan para votar este domingo con una larga pausa de reflexión que comenzó hoy. Así lo establece Ley Electoral que reglamenta el proceso que llevará este fin de semana a elegir al nuevo presidente, a los 128 legisladores, con sus suplentes, a veinte diputados para el Parlamento Centroamericano y a 298 alcaldes con sus concejales.
Durante estos días los partidos sólo podrán exponer sus planes de gobierno, pero no podrán hacer promoción y mucho menos pedir el voto, pues la contravención a esa disposición se castiga con severas multas.
Concluye así una larga campaña electoral que duró caso tres años, originada por la crisis de 2009 luego de la abrupta destitución del presidente Manuel Zelaya, en la que pese a los eslogan y los spot publicitarios, poco se sabe de los planes de gobierno de los ocho protagonistas presidenciables, quienes no participaron de los múltiples foros organizados por sectores de la sociedad civil.
Por primera vez en la historia política de Honduras compiten en estas elecciones nueve partidos representados por ocho candidatos presidenciales. Hay nuevas fuerzas políticas que disputarán el poder con las agrupaciones mas tradicionales. Estas últimas son representadas por el oficialista Partido Nacional, encabezado por Juan Hernández, que es quizás la fuerza con más intenciones de voto según las encuestas realizadas en estas semanas, y por el opositor Partido Liberal cuyo candidato presidencial es Mauricio Villeda. El partido tuvo un crecimiento que lo ubica entre los preferidos de los electores.
Siguen partidos de mucho menor consistencia pero con capacidad negociadora, como la Democracia Cristiana y el Partido Innovación y Unidad (Pinu-SD).
La novedad la representan cuatro nuevas agrupaciones, como la Alianza Patriótica, nacida bajo el liderazgo del ex general Romeo Vásquez Velásquez, quien tuvo un papel activo en los hechos que dejaron a Zelaya fuera del poder, y el Partido Anticorrupción (PAC), surgido de la acción de un popular personaje televisivo, Salvador Nasralla, quien en un su comienzo despertó un entusiasmo que con el tiempo menguó, acaso por la inexperiencia de su líder.
Otra fuerza nueva, con buenas chances electorales, es Libertad y Refundación (Libre), expresión de un sector del opositor Partido Liberal y de un bloque de la izquierda hondureña. Lo conduce el ex presidente Manuel Zelaya y su esposa, Xiomara Castro, es candidata presidencial.
El Frente Amplio Político Electoral en Resistencia (Faper) es la cuarta novedad en estas elecciones. Lo encabeza Andrés Pavón, postulado a la presidencia en alianza con Unificación Democrática, un grupo izquierdista.
Este domingo tendrán derecho a votar 5,3 millones de ciudadanos, entre ellos 46.000 residentes en los Estados Unidos. Los desafíos son muchos para el país. El principal es la lucha para reducir la pobreza que afecta al 70 por ciento de la población. Otro tema clave es el alto nivel de inseguridad que con más de veinte asesinados por día, hace de Honduras uno de los países más inseguros del mundo.
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