En diciembre de 2014 la OTAN retirará su misión militar en el país. Quedarían entre 5 y 10 mil efectivos estadounidenses con tareas limitadas. La loya jirga, asamblea tribal deberá decidir si ratifica el acuerdo.
La loya jirga, la asamblea tribal afgana deberá discutir el acuerdo sobre seguridad que en principio han alcanzado el presidente Hamid Karzai y el secretario de Estado de los Stados Unidos, John Kerry. El acuerdo contempla las condiciones de las tropas estadounidenses que se quedarán en el país, entre 5 mil y 10 mil hombres, luego de la retirada del grueso de los efectivos de la OTAN prevista para diciembre de 2014.
La asamblea, integrada por unos 3 mil líderes tribales de todo Afganistán, podría rechazar total o parcialmente el acuerdo, obligando así el gobierno a volver a discutirlo con las autoridades norteamericanas.
Las tropas que se quedarán en el país, cuyo número no está definido, trabajarán en el entrenamiento de las fuerzas de seguridad afganas y coordinar tareas de antiterrorismo. Uno de los puntos del acuerdo es el de la inmunidad de la que deben gozar los soldados norteamericanos, sobre el cual Washington no estuvo dispuesta a ceder. De hecho, la negativa del Gobierno de Irak a exonerar de responsabilidad a los soldados estadounidenses fue una de las principales causas que decantaron a este país a eliminar por completo su presencia militar en territorio iraquí.
El otro tema clave ha sido el de las incursiones a viviendas civiles, las que podrán realizarse sólo en circunstancias excepcionales y cuando estén en riesgo vidas humanas. Está abierta la posibilidad de que el acuerdo sea acompañado por una carta del presidente Barack Obama en la que se aseguraría precisamente est punto.
En el pasado, las tropas estadounidenses han provocado numerosas muertes entre civiles durante operativos militares. Al respecto, Kerry desmintió que el presidente Karzai hubiera exigido un pedido formal de disculpas por parte del presidente Obama.
Por otro lado, la situación general del país, luego de 12 años de ocupación dista mucho de ser la ideal. Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC, siglas en inglés), la producción de opio en Afganistán aumentó en un 49% en 2012 y debe elevarse aún en un 36% en 2013. Se estima que en 2014 el proporcionará el 90% de la producción mundial de opio.
La economía afgana está volviéndose de nuevo casi exclusivamente hacia la producción de droga en momentos en que las fuerzas internacionales preparan su retirada y en que se aproxima la elección de un nuevo presidente, prevista para abril de 2014.
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