lunes, 7 de octubre de 2013

Marina Silva decidió unirse al Partido Socialista



La líder ambientalista de Rede Sustentabilidade optó por unirse al grupo liderado por Eduardo Campos, luego de que la justicia electoral le negara la aprobación de su nuevo partido. 


Dos ex integrantes del oficialismo sellaron este sábado una alianza electoral en vista de las elecciones presidenciales del año que viene, que no puede dejar de preocupar al Partido de los Trabajadores (PT) de la presidenta Dilma Rousseff. Se trata del Partido Socialista de Brasil (PSB), cuyo líder es el gobernador de Pernambuco, Eduardo Campos, y la Rede Sustentabilidade fundada por la ambientalista Marina Silva.

La alianza surge luego de que la justicia electoral consideró que faltaban 50.000 firmas a las a las más de 490.000 necesarias para que la Rede fuera reconocida como partido político. Marina Silva aceptó a último momento integrar la alianza con el partido que “más afinidad presenta con sus programas” entre los que habían abierto sus puertas a quien es hoy la figura que sigue de cerca a la presidenta Rousseff en intención de votos. Por su parte, el PSB es el grupo que más ha crecido en las últimas citas electorales, si bien Eduardo Campos se ubica bien lejos de Marina Silva en cuanto a intención de votos.

Silva fue fundadora del PT junto al ex presidente Inacio Lula da Silva, en el que militó durante 30 años. Llegó a ser ministra de su gabinete, antes de tomar distancia debido a las diferencias con un pragmatismo que llegaba a soslayar las cuestiones éticas que, hoy, la calle reclama insistentemente a los políticos de Brasil. En las últimas elecciones presidenciales consiguió el 20 por ciento de los votos, con un discurso fuertemente marcado por los valores éticos. Su curriculum político, absolutamente intachable, hace de ellas una de las figuras con chances de ser presidenta el año que viene. Campos, en cambio, decidió hace poco dejar la alianza de gobierno para competir autónomamente en las elecciones de 2014. Si bien su partido no pasó a filas de la oposición, decidió retirar los dos ministros que el PSB tenía en el gobierno de Dilma Rousseff para poder mantener una actitud crítica respecto de la gestión del Ejecutivo.

Posiblemente, ambos grupos coinciden en la aspiración a integrar la tercera fuerza del país, entre el PT y su adversario directo y opositor,el Partido Social Demócrata de Brasil. La dispersión de votos existentes, ha llevado al PT a tener que contar con los votos del centrista Partido del Movimiento Democrático (PMDB), una agrupación tradicional vinculada a las esferas del poder más criticas del país. Algo bastante insólito para un gobierno que se caracteriza por definirse de izquierda y progresista.

La decisión de Silva fue un balde de agua fría para quienes creían que su carrera electoral había recibido un golpe letal. Sin embargo, está por verse si la decisión de afiliarse al socialismo
será aceptada por los electores que vieron en ella una esperanza y una alternativa posible a la política tradicional. Con su estilo humilde y transparente, Marina Silva afirmó no tener problemas en ser la vicepresidenta de Eduardo Campos. Quiere decir que todavía no está definida la fórmula presidencial. Se abre una nueva etapa en la política de Brasil.

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