El gobierno y la guerrilla volvieron a sentarse a la misma mesa, aunque hay acusaciones mutuas de lentitud.
Comenzó ayer en la Habana una nueva ronda de negociaciones de paz entre el gobierno de Colombia y la guerrilla Farc. El ciclo se reactiva pero en medio de tensiones por acusaciones mutuas de lentitud en el proceso de paz que en esta etapa de centrará en la participación política.
De hecho, el jefe de las Farc, Timoleón Jiménez (Timochenko), acusó al presidente Juan Manuel Santos de “arreciar una campaña de desprestigio” contra esa guerrilla porque ésta no se someterá en la mesa de diálogo. Hace semanas que el gobierno insiste en que se debe acelerar el ritmo de la negociación, mientras que sectores afines al expresidente Alvaro Uribe critican a Santos por considerar que hace demasiadas concesiones a la guerrilla.
Santos había anunciado en un principio que el proceso de paz duraría meses y no años, hasta ahora las dos delegaciones solo han consensuado un punto, el desarrollo rural, de una agenda de cinco.
“No son los colombianos ni el país los cansados con el proceso de paz, como insisten los voceros neoliberales. Son ellos, los círculos privilegiados y guerreristas, los que odian que se hable de soberanía, de democracia plena, de modelos alternativos de desarrollo. Hacen y profundizan la guerra y el terror contra Colombia, mientras acusan de ello a los demás. Urge desenmascararlos”, sostuvo el comandante de las Farc.
Timochenko se queja de los reveses militares, ya que el proceso en curso no incluyó una tregua militar, y del apuro de Santos por sus pretensiones acerca de una renovación del mandato electoral, para el cual precisa presentar resultados concretos. Sin embargo, Santos se ve presionado precisamente por quienes desconfían de las verdaderas intenciones de las FARC, que tampoco han querido suspender su actividad militar, y comprende que la prolongación del proceso termina por beneficiar a los guerrilleros.
Mientras tanto, el jefe de la delegación del gobierno en La Habana, el ex vicepresidente Humberto de la Calle, exhortó este martes a la guerrilla a “avanzar, avanzar, avanzar” en el nuevo ciclo de diálogos, al tiempo que aseguró que Santos sigue y evalúa el desarrollo del proceso.
Este es el cuarto intento de paz que desde los años 1980 hace las FARC, la guerrilla más antigua de América Latina con 49 años de lucha armada.
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