sábado, 12 de julio de 2014

La logica del "ojo por ojo"



Luego de casi una semana de bombardeos, hay más de un centenar de muertos y más de setecientos heridos, éstos últimos casi todos del lado palestino.


 Las fuerzas armadas israelí han reaccionado en modo desmedido a los ataques de Hamas, como ya lo han condenado numerosos países. Sin embargo, negociar un acuerdo sigue siendo la única y más cuerda de las soluciones.

Nadie en el mundo civilizado pone en tela de juicio el derecho del Estado de Israel a existir y desarrollarse en paz con sus vecinos. Lo ha expresado, por si fuera necesario, con claridad y sin medias tintas el Papa Bergoglio en su reciente viaje a Tierra Santa. Eso ubica entre los delirantes a quienes pretenden negar este derecho y hace que se auto marginen de la convivencia civil. El grupo palestino Hamas comete un doble error al seguir reivindicando esta postura, utilizando, además, el arma del terrorismo, que no es otra cosa que odio ciego, incapaz incluso de determinar las víctimas. Por un lado acentúa una situación desesperante, aprovechando el fanatismo de gente que ya tiene muy poco que perder, y sin medir las consecuencias. En segundo lugar, desaprovecha la posibilidad de trasladar al plano político la cuestión, aprovechando el apoyo internacional que en su gran mayoría sólo celebraría un acuerdo que permitiera formalizar el nacimiento de un Estado palestino. Eso le quitaría por completo argumentos al gobierno de Jerusalén para seguir ampliando los asentamientos en territorio palestino, que violan las fronteras existentes en 1967.
Sin embargo, en estos días la reacción desmedida de las fuerzas armadas israelí, y es lamentable que no es la primera vez que acontezca, establece una similitud metodológica precisamente con el terrorismo contra el cual se pretende luchar, contra la violencia ciega. La única diferencia es la tecnología a la que cada bando recurre, sofisticada de un lado, improvisada del otro.
Son demasiados escasos los indicios en manos del gobierno de Jerusalén para atribuir a Hamas el lamentable asesinato de tres jóvenes israelíes, en una tierra donde la exasperación y la irresponsabilidad de ambos lados sigue provocando lutos. El joven palestino asesinato por un grupo de colonos no ha sido el único caso y seguir la lógica de atentado-represalia sólo lleva a engordar la lista de los muertos, la mayor parte inocentes. En ese contexto de exasperación (con millones de palestinos obligados a vivir como pueden), no faltan, en ambos bandos, los fanáticos dispuestos a echar nafta sobre el fuego recurriendo a la violencia para afirmar, a río revuelto, sus tesis extremistas. Porque hay que tener presente que si Hamas pretende destruir el Estado de Israel, hay grupos israelíes que incluso propugnan la deportación de los palestinos del país.
Las fotos de niños muertos en los bombardeos deberían interpelar las conciencias de ambos lados. Porque como nunca es claro que esta violencia sólo logra ampliar el resentimiento, el odio y la distancia que separa a todo de una posible solución a este conflicto. La lógica del “ojo por ojo”, hasta ahora, ha dejado ciegos a todos.

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