lunes, 14 de abril de 2014

Valparaiso lucha contra el fuego



La presidenta Bachelet lo ha definido como el peor incendio en la historia de la ciudad y del país. Las víctimas duplican las del terremoto que a comienzos de abril afectó el norte de Chile.

Dos mil quinientas las viviendas arrasadas por las llamas. 

El fuego fue más devastador que el terremoto. Es la inevitable conclusión que se puede sacar luego de más de dos días de incendios devastadores que en Valparaíso han provocado la muerte de quince personas y dejado sin vivienda a unas doce mil personas. "Hubiéramos preferido el terremoto - explica una ama de casa desconsolada a la prensa- porque algo de las cosas se salva, pero el fuego lo destruye todo-".

La presidenta Michelle Bachelet, que a poco más de un mes de haber asumido sus funciones se encuentra ante una nueva catástrofe, luego del sismo de 8,2 grados Richter que impactó en el norte del país, concurrió a la ciudad desastrada para encabezar el comité de emergencia. "Es tal vez el peor incendio en la historia de Valparaíso", comentó Bachelet, quien trató de alentar a los vecinos asegurando el apoyo del Estado. La mandataria tuvo que suspender su viaje a la Argentina, el primero de su mandato, como es tradición. La alusión de la mandataria a un historial de incendios evoca el nombre mapuche que algunos historiadores asignan a la localidad: Alimapu que significa "tierra quemada", acaso por la frecuencia de los incendios en las zonas aledañas. Pero en la misma ciudad, las quebradas y los pastizales de las zonas limítrofes suelen ser afectados por el fuego. En 2008 y 2013 se verificaron los últimos.

Para Iván Poduje, arquitecto y docente de la Universidad Católica, no se trata de un fenómeno natural, sino que hay responsabilidades de las autoridades públicas. La ciudad se ha desarrollado sin planificación y en las zonas altas se han instalados barrios precarios, con casas a menudo construidas con madera y latas, al tiempo que las quebradas se han transformados en basurales. "En los últimos años, en la medida que se acababa el terreno, llegando al límite, se instalaron poblados marginales, que son los que se han visto afectados por este incendio", comenta Poduje al diario español El País. "En el incendio de Valparaíso hay una responsabilidad importante del Estado - sostiene el docente-. Hay una responsabilidad en permitir la instalación de familias en zonas de riesgos y también, lo que es más grave, en regularizarlo", al abrir caminos y realizar los enlaces para luz y agua. "Parecen incorporados a la vida urbana, aunque realmente están en riesgo de inundación, derrumbes e incendios" sostiene Poduje y agrega que lo más grave es que "el Estado no ha hecho ninguna inversión relevante para mitigar el riesgo que un incendio puede generar en materia de propagación".

Las autoridades pronostican el control total del fuego dentro del día de hoy, 48 horas después de comenzado, luego de una lucha ardua que puso a dura prueba a las dotaciones de bomberos, que tradicionalmente en Chile son voluntarios, más una quincena de aeronaves.

Una cadena de solidaridad en todo el país, está canalizando ayudas para socorrer a los compatriotas afectados.

Ahora esta ciudad de casi 300 mil habitantes, ubicada sobre el anfiteatro natural compuesto por los 42 cerros que se asoman a la bahía, deberá volver a la normalidad. No es la primera vez que la tragedia la sacude. En 1906 Valparaíso fue devastada por un terremoto de gran magnitud.

Igualmente, su puerto sigue siendo el segundo de Chile y, por décadas, fue el principal. Esta ciudad ha sido el motor de la innovación en el país, activo polo económico y cultural. En 2003 ha sido declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, por su original arquitectura de calles y coloridas viviendas colgadas de las laderas de los cerros que bajan al mar. Una belleza que atrajo al gran poeta Pablo Neruda que aquí instaló una de sus originales casas, conocida como "La Sebastiana".

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