Luego de las elecciones tunecinas, y mientras en Egipto comenzó hoy la ronda electoral que debería dar forma al próximo Parlamento, en Marruecos el partido islámico Justicia y Desarrollo (PJD) ganó las elecciones realizadas en el fin de semana. La agrupación se aseguró 107 de las 395 bancas. El rey Mohammed VI deberá entonces indicar el primer ministro entre los miembros del partido ganador, aunque el secretario general del PDJ, Abdelilah Benkirane ya anunició que se formará un gobierno de coalición. "Necesitamos alianzas para trabajar juntos", sostuvo Benkirane. Las elecciones se enmarcan en los cambios promovidos por la llamada "primavera árabe" que en este país del Magreg (la región del norte de áfrica), aunque allí se procesaron en un contexto menos conflictivos. Ningún partido ha cuestionado la monarquía, ni como en Túnez se puso en discusión la matriz islámica de muchos grupos políticos.
Es precisamente el tan temido fundamentalismo el gran ausente en este gran movimiento de cambios nacido en la orilla africana del Mediterráneo. Muy a menudo, grupos como los Hermanos Musulmanes en Egipto, han ingresado a la arena política llevando un discurso más bien moderado o, en todo caso, sin posturas extremas.
Se esperan ulteriores noticias a partir del miércoles, cuando se conoceran los primeros resultados desde Egipto donde votará la zona más poblada del país. Mentras tanto la junta militar sigue manejando los hilos del poder. Hay posibilidades - en medio de una multitud de grupos políticos - que alcance la jefatura de gobierno Albaradei, antes a la cabeza de la Agencia de la ONU por la Energía Atómica (AIEA).