lunes, 31 de marzo de 2014

Turquía planificaba intervenir militarmente en Siria

Una serie de grabaciones aparecidas en YouTube documentan el armado de un plan del Gobierno turco para penetrar militarmente en Siria. Como reacción, el primer ministro Recep Erdogan dispuso silenciar la red social
 
 
Los diarios de Turquía, y más allá de sus fronteras, se han hecho eco de algunas grabaciones aparecidas en YouTube, en la que, durante reuniones de alto nivel de la seguridad nacional turca, se analiza la eventualidad de provocar artificialmente una intervención militar en  Siria, lo que provocaría un estado de guerra con el país vecino.
 
Que en el conflicto sirio juegan intereses externos que lo han fomentado y financiado y que entre los países involucrados está presente Turquía ya no es ninguna novedad. Los jueces turcos están investigando a Erdogan, al tiempo que varios ministros tuvieron que renunciar, por el escándalo sobre el desvío de recursos públicos utilizados para financiar la guerra contra el gobierno de Bashar al Assad. En uno de los fragmentos, incluso, se menciona el envío de 2 mil camiones para abastecer de armas y municiones a los rebeldes que pelean en Siria.

La revelación aparece en medio de una campaña electoral al rojo vivo, en la que el Gobierno ya había silenciado la red social Tweeter por disentir con los mensajes que allí aparecen.
 
El audio en cuestión reproduce reuniones a las que participaron el ministro de Relaciones Exteriores  Ahmet Davatoglu, el jefe de inteligencia Hakan Fidan, jefe adjunto de Estado Mayor, Jasar Guler, y Feridun Sinirlioglu quien se desempeña como secretario de Estado para las Relaciones Exteriores.


Durante las conversaciones, se toma en consideración la idea de fabricar un casus belli para realizar una intervención militar en Siria. Una voz atribuida a Fidan propone enviar algunos hombres en territorio sirio para, y desde allí disparar cohetes hacia una zona desértica en territorio turco, o atacar un centro religioso, la tumba de Suleiman Shah, que es un enclave territorial turco en territorio sirio.

Erdogan, que en las conversaciones viene mencionados por los intervinientes como manifiestamente a favor de la intervención, ha tratado de negar la veracidad de la grabación y ha acusado a los ex aliados políticos de la confraternidad islámica Hizmet, cuyo líder Fetullah Gullen es hoy un opositor de su gobierno.
La autoridad para las telecomunicaciones ha intimado a los responsables de YouTube a levantar la grabación si es que quieren volver a utilizar internet, pese a que la justicia administrativa haya calificado irregular el bloqueo de esta red social. La prensa dio amplia difusión al documento, al tiempo que el tema ha ingresado en la campaña electoral.

El documento es particularmente grave porque revela indirectamente la facilidad con la que el Gobierno de Ankara habría estado dispuesto a intervenir militarmente contra el vecino país, siendo que se trata, nada menos, que de un país miembro de la OTAN, y que Washington auspicia como futuro miembro de la Unión Europea.

Aquí sigue la transcripción de la grabación.


Ahmet Davutoglu (ministro de Relaciones Exteriores): El primer ministro ha declarado que en la actual coyuntura este ataque [contra la tumba de Suleiman Shah] debe ser considerado como una oportunidad para nosotros.
Hakan Fidan (jefe de los servicios secretos): Voy a enviar 4 sirios, si eso es lo que hace falta. Voy a crear un casus belli [1] ordenando un ataque con misiles contra Turquía. También podemos preparar un ataque contra la tumba de Suleiman Shah si es necesario.
Feridun Sinirlioglu (secretario de Estado para las Relaciones Exteriores): Nuestra seguridad nacional se ha convertido en una herramienta práctica y barata de la política.
Yasar Guler (jefe adjunto del estado mayor): Es un casus belli. Quiero decir que lo que vamos a hacer es crear un casus belli.
Ahmet Davutoglu: [...] ¿Qué debe hacer nuestro ministerio de Relaciones Exteriores exactamente? No hablo de la cosa. Hay otras cosas que se supone que debamos hacer. Si nos decidimos sobre ese asunto, tenemos que informar a las Naciones Unidas, al consulado del régimen sirio en Estambul. ¿No?
Feridun Sinirlioglu: Pero si decidimos una operación, hay que crear un efecto impactante. Quiero decir, si vamos a hacerlo. No sé qué vamos a hacer pero, sin importar lo que decidamos, no pienso que sería apropiado que avisemos a alguien por adelantado.
Ahmet Davutoglu: De acuerdo pero de alguna manera vamos a tener que preparar. Para evitar los cortocircuitos en materia de derecho internacional. Acababa precisamente de darme cuenta, mientras hablaba con el presidente [Abdullah Gul], que si los tanques turcos van allá eso significa que estamos allá, en todo caso. ¿No?
Yasar Guler: Eso significa que estamos allá. Sí.
Ahmet Davutoglu: Sí, pero hay una diferencia entre ir con aviones e ir con tanques…
Yaşar Güler: Quizás podemos decir al consulado general sirio que el Emirato Islámico en Irak y el Levante trabaja actualmente del lado del régimen y que ese lugar es tierra turca. Ciertamente tendríamos…
Ahmet Davutoglu: Eso ya lo dijimos y enviamos varias notas diplomáticos.
Yasar Guler: A Siria…
Feridun Sinirlioglu: Exactamente.
Ahmet Davutoglu: Sí, las hemos enviado muchas veces. Por lo tanto, yo quisiera saber qué es lo que el jefe del estado mayor espera de nuestro ministerio.
Yasar Guler: Quizás su intención era decir que… en verdad no sé. Él se reunió con el señor Fidan.
Hakan Fidan: Bueno, él mencionó esta parte pero no nos detuvimos en los detalles.
Yasar Guler: Puede ser que lo que él quería decir era… ¿una nota diplomática dirigida a Siria?
Hakan Fidan: Puede ser que el ministerio de Relaciones Exteriores esté destinado a la coordinación…
Ahmet Davutoglu: Quiero decir, yo puedo coordinar la diplomacia… pero la guerra civil… el ejército…
Feridun Sinirlioglu: A eso me refería. Por un lado, la situación es diferente. Una operación contra el EIIL tiene bases sólidas en derecho internacional. Lo presentaremos como al-Qaeda. No hay problema si es algo que tiene que ver con al-Qaeda. Y se trata de defender la tumba de Suleiman Shah, es una cuestión de protección de nuestra tierra.
Yasar Guler: No tenemos problema con eso.
Hakan Fidan: Cuando suceda eso va a provocar una gran conmoción interna. La frontera no está bajo control…
Feridun Sinirlioglu: Quiero decir… sí habrá atentados, claro está. Pero recuerdo nuestra conversación de hace 3 años…
Yasar Guler: El señor Fidan tendría que recibir respaldo con toda urgencia y tenemos que ayudarlo a abastecer en armas y municiones a los rebeldes. Tenemos que hablar con el ministro…. nuestro ministro del Interior… nuestro ministro de Defensa. Tenemos que hablar de esa cuestión y llegar a una decisión, señores.
Ahmet Davutoglu: ¿Cómo fue que llegamos a poner a nuestras especiales en acción cuando hubo una amenaza en el norte de Irak? Teníamos que haber hecho lo mismo allí también. Teníamos que haber entrenado a esa gente y enviar hombres. En todo caso, nosotros no podemos hacerlo, nosotros podemos hacer únicamente lo que la diplomacia…
Feridun Sinirlioglu: En aquella época yo se lo dije a ustedes, por el amor de Dios, en general. Ustedes saben cómo fue que llegamos a tener aquellos tanques allí. Ustedes estaban presentes.
Yasar Guler: ¿Qué? ¿Usted quiere decir, nuestros asuntos?
Feridun Sinirlioglu: Sí. ¿Cómo piensan ustedes que logramos enviar nuestros tanques a Irak? ¿Cómo? ¿Cómo logramos implicar fuerzas especiales y tropas. Yo estuve metido en eso. Permítanme ser claro. No había una decisión del gobierno sobre eso. Nosotros logramos eso con una sola orden.
Yasar Guler: Bueno, estoy de acuerdo con usted en una cosa, nosotros no tenemos por qué discutir sobre eso. Pero hay varias cosas que Siria puede hacer desde ahora.
Ahmet Davutoglu: General, la razón por la que decimos «no» a esta operación es porque conocemos la capacidad de esos hombres.
Yasar Guler: Mire, señor. ¿MKE [Mechanical and Chemical Industry Corporation] no está a las órdenes del ministro? Señor, quiero decir, Qatar está buscando municiones para comprarlas al contado, en efectivo. Entonces, ¿por qué no lo hacemos nosotros? Es por orden del señor ministro…
Ahmet Davutoglu: Pero es el lugar. No podemos actuar de forma integrada, no podemos coordinar.
Yasar Guler: Entonces, nuestro primer ministro puede convocar al ministro de Defensa y al señor ministro al mismo tiempo. Después, puede hablarles directamente.
Ahmet Davutoglu: Nosotros, el señor Siniroglu y yo, hemos literalmente suplicado al señor primer ministro para obtener una reunión privada. Hemos dicho que las cosas no estaban marchando tan bien.
Yasar Guler: Además, él no tiene por qué estar sobrecargado de reuniones. Usted mismo, el señor ministro de Defensa, el señor ministro del Interior y nuestro jefe de estado mayor. Con 4 de ustedes es suficiente. No hace falta una multitud. Porque, señor ministro, la necesidad principal es que haya armas de fuego y municiones. Ni siquiera armas, principalmente municiones. Precisamente acabamos de hablar de eso, señor. Digamos que posicionamos un ejército allí, de unos 1 000 hombres. Si los metemos en esa guerra sin darles como mínimo 6 meses de municiones, entonces van a venir a vernos nuevamente al cabo de 2 meses.
Ahmet Davutoglu: Ya están regresando.
Yasar Guler: Van a venir a vernos a nosotros, señor.
Ahmet Davutoglu: Van a venir de… ¿cómo era? De Cobanbey [punto de control cercano a la ciudad turca de Elbeyli].
Yasar Guler: Así es, señor. Ese asunto no puede quedar como una carga sobre las espaldas del señor Fidan él solo, como en este momento. Es inaceptable. Quiero decir, no podemos entender eso. ¿Por qué?
***
Ahmet Davutoglu: Aquella noche habíamos llegado a una resolución. Y yo pensaba que las cosas estaban tomando un rumbo favorable. El nuestro…
Feridun Sinirlioglu: Habíamos emitido la resolución del MGK [Consejo de Seguridad Nacional] al día siguiente. Después hablamos con el general…
Ahmet Davutoglu: Y las otras fuerzas hacían verdaderamente un buen seguimiento de nuestra debilidad. Usted dice que usted va a capturar ese lugar y que los hombres allí constituyen un factor de riesgo. Usted hace que se retiren. Captura la plaza. Refuerza y envía nuevamente sus tropas para allá.
Yasar Guler: Exactamente, señor. Tiene usted toda la razón.
Ahmet Davutoglu: ¿De verdad? Así es como yo lo interpreto. Pero después… la evacuación no es una necesidad militar. Eso ya es otra cosa.
***
Feridun Siniroglu: Hay algunos cambios serios en la geopolítica mundial y regional. Eso puede propagarse ahora a otros lugares. Usted mismo lo dijo hoy y otros están de acuerdo… Nos dirigimos hacia un juego diferente ahora. Tendríamos que ser capaces de verlos [los cambios]. Que el EIIL y todo ese circo, todas esas organizaciones son extremadamente abiertas a la manipulación. Tener una región que se componga de organizaciones de la misma naturaleza constituye un riesgo de seguridad vital para nosotros. Y cuando estuvimos por primera vez en Irak del Norte, siempre existía el riesgo de que el PKK hiciera estallar aquello. Si consideramos atentamente los riesgos y apoyamos eso… como el general acaba de decir…
Yasar Guler: Señor, cuando usted estaba adentro hace un momento, nosotros estuvimos conversando sobre todo esto. Abiertamente. Quiero decir que las fuerzas armadas son una «herramienta» necesaria para usted a cada momento.
Ahmet Davutoglu: Por supuesto. Siempre le digo al primer ministro, cuando usted no está, en lenguaje universitario, usted no puede mantenerse en esas tierras sin «hard power». Sin «hard power» no puede haber «soft power».
Yaşar Güler: Señor.
Feridun Sinirlioglu: La seguridad nacional se ha politizado. No recuerdo nada como esto en la historia política turca. Se ha convertido en una cuestión de política interna. Todos nuestros discursos sobre la defensa de nuestras tierras, sobre la seguridad de nuestra frontera, sobre nuestras tierras reclamadas allá, todo eso se ha convertido en una herramienta cómoda y barata de nuestra política interna.
Yaşar Güler: Exactamente.
Feridun Siniroglu: Eso nunca había sucedido anteriormente. Desgraciadamente, pero…
Yasar Guler: Quiero decir, ¿no habrá al menos uno de los partidos de oposición que le aportaría a usted su apoyo sobre este tipo de asunto de alta seguridad nacional? Señor, ¿es este un sentido justificable de la seguridad nacional?
Feridun Sinirlioglu: No recuerdo ningún momento así.
Yasar Guler: ¿En qué campo podemos estar unidos si no es con respecto a una cuestión de seguridad nacional de tanta importancia? En ninguno.
Ahmet Davutoglu: [...] En 2012, no lo hicimos en 2011. Si al menos hubiésemos tomado medidas serias en aquella época, incluso en el verano de 2012.
Feridun Sinirlioglu: Ellos estaban en su peor momento en 2012.
Ahmet Davutoglu: En el plano interno estaban exactamente como Libia. Quién entra o sale del poder no tiene la menor importancia para nosotros. Pero ciertas cosas…
Yasar Guler: Señor, para evitar cualquier confusión, lo que necesitábamos en 2011 eran armas y municiones. En 2012, en 2013, e incluso ahora seguimos necesitando lo mismo. Estamos exactamente en el mismo punto. Tenemos que encontrar eso a toda costa y resolver el asunto.
Ahmet Davutoglu: Los fusiles y las municiones no son tan necesarios allí. Lo que no logramos resolver allí fue el factor humano.
Hakan Fidan: Enviamos alrededor de 2 000 camiones cargados con material.
Yasar Guler: No pienso que las armas sean tan necesarias allí. Es mi opinión personal. Lo que necesitamos son municiones. Sí señor. El señor Hakan [Fidan], aquí présente, lo sabe. Nosotros ofrecimos darles un general. El señor Hakan lo pidió él mismo, personalmente. Nosotros lo aprobamos. Escogimos el general y el general fue allá.
Feridun Sinirlioglu: Para ser prácticos, el ministro de Defensa tendría que firmar lo que haga falta por el bien de la nación. Nuestro primer ministro tendría que ordenarlo, claramente.
Ahmet Davutoglu: De hecho, esta misma noche…
Yasar Guler: Esta noche, señor. No tenemos problema.
Feridun Sinirlioglu: Se había dado una orden para una operación esta noche.
Yasar Guler: Nosotros dimos un mensaje de «blitzkrieg». El propio señor Fidan debe saberlo.
Ahmet Davutoglu: Hakan, ¿qué complicaciones puede haber si mandamos tanques?
Hakan Fidan: Bueno… sin coordinación, si consideramos la correlación de fuerzas…
Yasar Guler: Por eso necesitamos la coordinación del MIT [servicios secretos turcos], señor ministro.
Hakan Fidan: …no es posible sin el número de gente armada y sus capacidades.
Yaşar Gulen: Es por eso que ponemos la coordinación del MIT como un prerrequisito. Señor ministro, no tiene usted por qué preocuparse por esta noche. Ni por esta noche, ni por más tarde. Pero tenemos cosas que resolver a largo plazo.
Ahmet Davutoglu: Estoy considerando eso como una opción pero no podemos convencer a la gente. Mandaremos tanques y haremos fortificaciones. A partir de entonces tenemos que considerar un estado de guerra y al hacerlo estamos entrando en guerra. Estamos haciendo una operación militar.
Yasar Guler: Es una causa directa de guerra. Quiero decir, lo que vamos a hacer es una causa directa de guerra.
Hakan Fidan: No con Siria.
Feridun Sinirlioglu: No es un acto de guerra contra Siria.
Yasar Guler: No, esa gente…
Hakan Fidan: Lo que quiero decir es que sabemos que 2 y 2 son 4. Ahora bien, sabemos que lo que sucede allí no tiene verdadero valor estratégico para nosotros, más allá de la imagen política y todo eso. Ahora, si vamos a entrar en guerra, déjennos planearlo de antemano. Ahora, yo…
Yasar Guler: Eso es lo que venimos diciendo desde el principio.
Hakan Fidan: Lo que no puedo aceptar es lo siguiente: estamos aceptando el riesgo de recurrir a las armas para salvar la tumba de Suleiman Shah. Son como 4 hectáreas de nuestro territorio nacional y estamos aceptando el riesgo de una guerra por eso, por la «cosa» de nuestros 22 o 28 soldados allí. ¡Por Dios! ¿Cuántos kilómetros de tierra de este país tienen frontera con Siria? Y no nos arriesgamos a una guerra por miles de kilómetros de territorio ¿y las vidas de millones de personas? ¡Esto no es lógico! Si vamos a recurrir a las armas, hagámoslo desde el principio. Si estos tipos representan una amenaza…
Feridun Sinirlioglu: Ahora hay una excusa para eso…
Hakan Fidan: Esto es diferente, teniendo una excusa y justificación.
Yasar Guler: Bueno, nuestro ministro de Relaciones Exteriores nunca encuentra una excusa para eso… pero pueden encontrarla para esto.
Hakan Fidan: Déjenme decirles algo…
Ahmet Davutoglu: Entre nosotros, el primer ministro me dijo por teléfono que, en esta coyuntura, consideramos esto [el falso ataque contra la tumba] como una opción para nosotros.
Hakan Fidan: Comandante, si realmente necesitamos una razón, yo mando 4 tipos del otro lado a que tiren 8 cohetes donde no haya nadie… ¡Eso no es un problema! Si necesitamos una razón, podemos fabricarla. Lo importante es mostrar nuestro mutuo deseo de hacerlo. Estamos formulando aquí la voluntad de entrar en guerra, pero estamos cometiendo el mismo error que siempre cometemos. Y ese error es no ser capaces de pensar como es debido.
Feridun Sinirlioglu: Déjenme decirles algo. Son unas 4 hectáreas de tierra. Cuatro hectáreas representan una justificación muy válida en materia de derecho internacional. Además, en términos de justificación, si hacemos esta operación contra el EIIL todo el mundo estará de nuestra parte. No se preocupen por eso.
Yasar Guler: Eso no nos preocupa.
Feridun Sinirlioglu: Lo digo para todo el mundo. Así que…
Yasar Guler: Señor ministro, nuestras fuerzas están listas desde hace un año, están esperando. No es algo que comenzamos ayer. Hace un año que están esperando.
Hakan Fidan: No entiendo por qué estamos esperando por todo ese asunto de Suleiman Shah.
Ahmet Davutoglu: Hemos hecho todo lo posible en el plano diplomático.
Feridun Sinirlioglu: Necesitamos justificación, justificación.
Hakan Fidan: Ya dije que yo puedo fabricar la justificación si hace falta. No hay problema con la justificación.
Feridun Sinirlioglu: Fabricándola es otro asunto. Ya tenemos una bastante fuerte.
Hakan Fidan: Si hace falta podemos montar un ataque allí [contra la tumba], los mandamos a que ataquen. Eso haremos. Lo que estoy tratando de entender es…
Feridun Sinirlioglu: Todo eso se puede hacer. Podemos hacer lo que haga falta…
Hakan Fidan: Quiero decir que si estamos dispuestos a hacer todo esto, tenemos que hacerlo en un momento y un lugar determinados.
Ahmet Davutoglu: Hakan, como ya dijo usted mismo, si a usted le parece que hay falta de estrategia en la fabricación de una justificación, así es. Contra esos tipos…
Un oficial: Señor, antes de eso...
Ahmet Davutoglu: (OK, allá vamos, allí estaré en un momento.) Lo que quiero decir es que no podemos decirle al secretario de Estado americano que tome grandes precauciones
Hakan Fidan: Lo que quiero decir es…
Ahmet Davutoglu: Ellos podrían decir: «Bueno, ustedes ni siquiera están defendiendo su propia tierra». Muchas veces he tenido conversaciones amistosas con Kerry y él me interrogó precisamente sobre lo que habíamos acordado sobre una decisión final respecto a ese ataque.
Yasar Guler: Señor, lo hemos hecho cientos de veces, con Estados Unidos.
Feridun Sinirlioglu: Escuchen, hace 3 días ocurrió algo en la oficina del jefe del estado mayor. Ellos tuvieron una reunión de coordinación de crisis. Yo lo veía por primera vez. Los americanos…
Yasar Guler: No, ¡hemos hecho esto todo el tiempo!
Feridun Sinirlioglu: No, no. En esa reunión los americanos distribuyeron planos de la «No Fly Zone». ¿Ustedes saben algo de eso?
Hakan Fidan: Lo que quiero subrayar es que si estamos preparados para tomar una decisión tan seria por una razón como la tumba de Suleiman Shah… si estamos dispuestos a tomar tal decisión…
Feridun Sinirlioglu: No, no sólo por la tumba…
Hakan Fidan: Lo que digo es lo siguiente: si estamos preparados a tomar tal decisión, ya deberíamos haberlo hecho. Porque nuestros intereses están amenazados. Eso es lo que estoy tratando de decir (…)
Ahmet Davutoglu: Sí. Si hubiésemos tomado esta decisión antes a más pequeña escala, no estaríamos hoy ante esta disyuntiva.
Yasar Guler: ¡Pero ya habíamos tomado esta decisión!
Hakan Fidan: No se ejecutó.
Yasar Guler: No podemos ejecutar el plan. Estamos paralizados por varias razones. Los instrumentos del Estado no funcionan.
Ahmet Davutoglu: Yo no puedo aceptar eso debido a la herencia del Estado que me enseñaron. ¿Aceptarían ustedes algo así? ¿Qué pasaría si, por razones políticas, las cosas no funcionaran como es debido en el ministerio de Relaciones Exteriores? ¡Eso no tendría justificación! Cada cual tiene que asumir sus responsabilidades con determinación. Si el consulado me dice: «Señor ministro, me quieren echar. Están echando a todo el mundo. ¿Qué puedo hacer?» Pues, yo le digo: «Jubílese y pondremos a otro en su lugar.» Así es como yo veo las cosas. Así es como funciona la democracia.
Yasar Guler: Señor ministro, tiene usted toda la razón.
Ahmet Davutoglu: Por lo que yo entiendo, este Estado funciona gracias a unas pocas personas e instituciones que aún son capaces de tomar las decisiones necesarias.
Yasar Guler: Así es, señor.
Ahmet Davutoglu: ¿Vamos a echarnos atrás en este asunto?
Yasar Guler: No, señor ministro. No lo haremos.
Ahmet Davutoglu: Bien, pasemos a otra cosa.

 

martes, 25 de marzo de 2014

Rusia ya no integra el G8

La cumbre que se debería celebrar en Sochi, el próximo mes de junio, se traslada a Bruselas. El presidente Vladimir Putin no se mostró afectado por la decisión y destaca el rol del G20. 
 
La anexión de Crimea le valió a Rusia la exclusión del G8, aunque su presidente Vladimir Putin no pareció preocuparse demasiado por el portazo. 
La decisión de volver al G7 fue tomada a instancia de los Estados Unidos, secundado por sus aliados europeos y por Japón, en oportunidad de celebrarse en La Haya la cumbre nuclear. Se hizo mención de ulteriores sanciones contra Moscú, pero ni está claro cuáles serán ni el presidente Vladimir Putin pareció preocupado por la decisión. "El importante es el G20" dijo el ministro de relaciones exteriores ruso, Serguei Lavrov. “Si nuestros socios occidentales creen que el modelo del G8 ya no sirve, no pensamos aferrarnos a ello. No es un problema para nosotros no acudir. Se trata de colaborar, no de capitalizar una relación cuando se necesita, para ignorar luego al otro en nombre de razones de política doméstica”, añadió el ministro, cuando analizó la decisión. 
La próxima cumbre del G8 estaba prevista precisamente en Rusia, el próximo mes de junio. La sede habría sido la ciudad de Sochi, la ciudad en la que hace un mese se realizaron las olimpiadas invernales. La reunión se llevará a cabo en el mismo mes pero en Bruselas. 
El G8 es el resultado de la ampliación a Rusia del G7, que incluye a los Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón, Francia, Italia, Alemania y Canadá, que ingresó como miembro pleno en 2002, luego de participar desde 1997.
No se trata del grupo de los países más industrializados, ya que en ese caso deberían ser parte de ellos tanto China, como Brasil, respectivamente la segunda y la séptima economía del planeta. De hecho, la instancia propiamente dicha para los países más industrializados y los emergentes, desde 1999 es justamente el G20. 
La llegada de Rusia al G8, que no es otra cosa que un ámbito de decisión para los aliados de la política de Washington, supuso un intento para superar definitivamente el enfrentamiento con Moscú propio de la Guerra Fría.
 
En otro orden de cosas, la aplicación de sanciones a Rusia no será una decisión fácil para los europeos, más allá de que se proteste por la cuestión de Crimea, debido a su dependencia del suministro ruso de energía y las ingentes inversiones realizadas, situación complicada, además, por la reciente crisis económico financiera, que está lejos de ser superada. Alemania, por caso, ha invertido sumas cuantiosas en la modernización del ferrocarril transiberiano, habilitando incluso un ramal que desde Pekín trae mercaderías a Europa en tan sólo 15 días. Otra importante inversión (13 mil millones de dólares) ha sido la del gasoducto Nord Stream, que conecta las terminales alemanas con Rusia, pasando por el mar Báltico. Entre 2006 y 2009 las inversiones alemanas en Rusia crecieron un 132 por ciento. De momento, la canciller germana, Ángela Merkel señaló que el “G8 ya no existe en estos momentos”.
 
La Asamblea General de la ONU debatirá el próximo jueves 27 de marzo una resolución presentada por Ucrania denunciando la legitimidad del referendum del pasado 16 de marzo. Sin embargo sobran antecedentes como en el caso de Crimea. No es casualidad que los rusos hayan hecho mención de la independencia de Kosovo. Bastaría incluso con mencionar la invasión de Iraq por parte de las tropas anglo norteamericanas.
Se reinstala un clima de guerra fría que parecía haber sido consignado a los archivos de la historia. Pero el motivo de este enfrentamiento ya no es la contraposición ideológica entre el socialismo de cuño soviético y el liberalismo democrático, sino liso y llanamente una guerra comercial por el predominio de la propia hegemonía. 

lunes, 17 de marzo de 2014

Los crimeos votaron por unirse a Rusia

Más del 95% a favor de independizarse y ligarse a Moscú. Sin embargo, la cuestión fundamental sigue siendo la salida de los ucranianos del área de influencia de Rusia. ¿Regresamos a la Guerra Fría?


Cuando el escrutinio todavía rondaba por la mitad de las papeletas emitidas, el resultado de la consulta popular ya era aplastante: el 95,5% de crimeos estaban a favor de una secesión de Crimea de Ucrania ysu incorporación a Rusia. Otro 3,5% de los ciudadanos que concurrieron a las urnas, estaban a favor de seguir siendo parte de Ucrania pero con más competencias que en la actualidad, según ha informado la Comisión Electoral de este territorio situado a orillas del mar Negro.
Luego de las convulsionadas semanas pasadas, durante las cuales fue depuesto el presidente de Ucrania, Victor Yanukovich, en medio de desordenes y choques con las fuerzas de seguridad que dejaron un saldo de decenas de víctimas mortales, esta decisión de los ciudadanos de Crimea, mientras aumenta el número de efectivos del ejército ruso movilizados en esa península y los soldados del ejército ucraniano siguen rodeados en sus cuarteles, se constituye como el segundo capítulo de una de las mayores crisis internacionales desde la desintegración de la URSS en 1991.

Para la televisión oficial de Crimea, que emite conjuntamente con el canal de televisión rusa Rossia 24, la participación en el referéndum superó el 89,5% en Sebastopol, la ciudad sede de la flota del mar Negro rusa; en la capital crimea, Simferópol, también la participación alcanzó una cifra alta, el 88,5% mientras que en el resto de la península llegó al 82,7%. La misma fuente de información, aseguró que el 40% de los tártaros, la comunidad más reacia al referéndum, habían votado. Sin embargo, no es posible verificar estos datos, por la rapidez con la cual se decidió este referendum y por la presencia casi simbólica de apenas algunas decenas de observadores. Los ciudadanos no incluidos en las listas podían votar en si rellenaban una solicitud en el mismo colegio electoral.
Los votantes debían responder sobre la incorporación a Rusia en calidad de provincia o sobre la permanencia en Ucrania sobre la base de la Constitución local de 1992. En base al censo electoral, los convocados fueron más de 1 millón y medio de habitantes. La población de Crimea se reparte entre rusos (58,3%), ucranianos (24,3%) y tártaros (12,5 %).

El proceso para que Crimea, que en los años 50 fue “donada” por el entonces jefe máximo de la Unión Soviética, Nikita Krushev, a Ucrania república de la que él mismo era originario) ingrese en la federación rusa prevé sucesivas etapas, que contemplan primero la declaración de independencia, sucesivamente la incorporación como provincia luego de la revisión del proceso por la justicia constitucional. Pero está claro que se trata de meras formalidades, ya que en realidad estamos en este momento ante una pulseada entre el presidente Vladimir Putin y la administración de la Casa Blanca.

Si bien, de por medio están las legítimas inquietudes de los ucranianos, sobre todo los jóvenes, deseosos de entrar en la órbita de Occidente, está claro que Washington no juega un rol imparcial en este contexto, ya que desde fines de los años ‘90 intenta atraer el país al área occidental en consideración de su rol estratégico. Una visión del mapa de los gasoductos que cruzan este país de de este a oeste, revela lo importante que es Ucrania para Europa.

En estos días, varios analistas estadounidenses han lanzado verdaderas advertencias al presidente Putin, señalando que la misma empresa petrolera que ostenta el monopolio del gas que desde Rusia llega a Europa, está asociada en un 50% con capitales estadounidenses, y que eso podría generar reacciones entre sus socios. Por lo tanto, el verdadero tema en discusión, pese a las reacciones airadas de Washington, es sólo marginalmente la cuestión de Crimea. La clave de la situación sigue siendo Ucrania, porque comienza a vislumbrarse la intención de la Casa Blanca de hacerse con el control del gas que alimenta las cocinas y los sistemas de calefacción de parte de Europa. 

Estamos entrando, por lo tanto, en una situación de la cual es difícil prever los desarrollos. Putin, por su parte, no parece dispuesto a aceptar los hechos consumados de una revuelta apoyada, financiada por Occidente, que le está sacando un aliado clave (en una nota publicada días atrás mencionamos la interceptación de una conversación telefónica con un alta funcionaria de la cancillería estadounidense, que revelaba su implicancia en la formación del nuevo gobierno de Kiev) . Su reacción aumentará posiblemente su popularidad, además de asegurarse una región que le garantiza el acceso al Atlántico a la flota del Mar Negro. Al presidente ruso no le falta capacidad de reacción, sin ni siquiera demasiadas sutilezas. Tampoco está dispuesta la Casa Blanca a modificar su política en materia de limitación de la capacidad de desarrollo como potencia de Rusia. Y este avance hacia el este europeo lo demuestra.

Se está peligrosamente jugando con el fuego al levantar la tensión entre las dos potencias. Si la política no logra, con creatividad y lucidez, reafirmar los principios fundamentales de la convivencia entre países, en algún momento una de estas situaciones podría reabrir esa “Guerra Fría” que pensábamos haber consignado a la historia.

jueves, 13 de marzo de 2014

Ese balcón vaticano, hace un año


El 13 de marzo de 2013, se anunciaba la elección del argentino Jorge Mario Bergoglio como Sumo Pontífice. El clima que se respiraba en ese momento era totalmente distinto.


Para entender el alcance que ha tenido para la Iglesia católica la elección del argentino Jorge Marío Bergoglio como Papa, hay que retrotraerse al clima que se respiraba ese 13 de marzo de 2013. La Iglesia que había sido sorprendida por la imprevista renuncia de Benedicto XVI como Sumo Pontífice, era una institución duramente sacudida por una serie de golpes que dañaban la credibilidad de su mensaje evangélico, es decir, su esencia.

Desde hacía años, una oleada imparable de escándalos por abusos sexuales cometidos por sacerdotes y religiosos contra menores, que además de ser graves violaciones de las normas morales, eran también delitos, acosaba a las autoridades eclesiales y al Papa como su máximo responsable. Un hecho de enorme gravedad, al que se le agregaban las luchas intestinas por el poder dentro de la propia Curia vaticana, fuente de un clima envenenado como si de administrar cualquier Estado se tratase, y los desórdenes en el manejo de las finanzas de la Iglesia. Desórdenes que incluso motivaron más de una suspicacia en cuanto al uso de fondos para el lavado de dinero.

Tan grave era la situación resumida en un informe redactado por una comisión de cardenales, que estos hechos confirmaron en Benedicto XVI la, por cierto valiente, decisión de renunciar a su función al advertir que no disponía de las fuerzas necesarias para la tarea de gobierno que le había sido encomendada.

Fue en este contexto que, en la tardecita de ese día, desde el balcón de la basílica de San Pedro se asomó la cara sonriente del nuevo Papa que rompió el hielo al dirigirse a la multitud congregada en la plaza con un humilde y educado: ”Buenas noches”. Conocedor del significado de las palabras y de los gestos, Bergoglio en esas primeras palabras fue enfáticamente católico, que significa: universal, al presentarse como “obispo de Roma”. Esta simple expresión, está sin embargo cargada de significados ecuménicos de apertura a las demás Iglesias. Era el saludo de un exponente de la cristiandad a todos los cristianos.

En cuestión de días, la cara sonriente del nuevo Papa y sus palabras, en ese incierto italiano propio de los hispano parlantes pero densas en significados, que apelaban al amor, al cuidado fraterno unos de otros, a la misericordia, que invitaban nuevamente a sentirse hijos de un Padre y hermanos de ese Jesús que dio la vida por cada hombre, daban la vuelta al mundo. En cuestión de días, la imagen de la Iglesia cambiaba y volvía a ser fuente de esperanza porque portadora de un mensaje que llega al corazón de todo el hombre y de todos los hombres.

En ningún momento el Papa Bergoglio ha negado los problemas que afectan a la Iglesia. Una de sus primeras decisiones fue precisamente la de desplazar de su entorno a un purpurado con responsabilidades en tema de abusos. Paradojalmente, esta transparencia, en lugar de perjudicar la imagen de la institución como a menudo se ha temido, explicitó con humildad el rostro de una Iglesia humilde que sabe lo que dice cuando se presenta como pecadora.

Los gestos del Papa a lo largo de este año han continuado en esta dirección, trabajando en el reordenamiento de la Curia para ponerla al servicio de los cristianos, imponiendo un estilo de vida más austero, con la voluntad de ser “una Iglesia pobre, y para los pobres”, siendo puente de diálogo a 360 grados, dentro y fuera del ámbito de la fe religiosa, y señalando a la catolicidad la esencia de su misión al servicio de la humanidad. Un servicio que pretende ser aunque sea un pequeño reflejo del amor que Dios Padre nutre por cada ser humano. Y que por eso mismo requiere del compromiso personal.

Todo lo que Bergoglio le ha pedido a los demás lo ha aplicado primero en su vida personal, con coherencia. Debe ser éste el principal secreto de su popularidad.

Desde ese balcón vaticano, hace un año, no sólo se anunció un nuevo Papa. Lo que comenzó a soplar es una suave brisa que está alimentando un clima de renovación y de esperanza. La aventura con Francisco apenas ha comenzado.

martes, 11 de marzo de 2014

Comienza hoy un nuevo mandato para Michelle Bachelet

Varios mandatarios de la región estarán presente en la ceremonia de asunción. Un país que afianza año tras año su estabilidad. Entre los principales objetivos del nuevo gobierno, figura la reducción del elevado nivel de desigualdad.

Con la presencia de varios mandatarios de la región, hoy Michelle Bachelet asumirá la presidencia de Chile por segunda vez. Más allá de las pasiones políticas, cabe destacar la continuidad en el permanente crecimiento de la estabilidad institucional en el país, donde la alternancia en el poder se verifica sin ningún tipo de convulsiones políticas. Más allá de la orientación ideológica del Ejecutivo, Chile ha fijado pautas claras de política de Estado que hacen del país un socio confiable y previsible, para sus vecinos y una democracia en la que los poderes actúan en armonía y en modo ordenado.

La novedad de este nuevo mandato, el quinto de la centroizquierda, es la incorporación del Partido Comunista con la ampliación de la originaria Concertación a la Nueva Mayoría. Un tránsito que no ha sido fácil, por la persistencia en ciertos sectores de los comunistas de visiones superadas desde la caída del Muro de Berlín en convivencia con sectores de clara orientación liberal, sobre todo en ámbito de un sector clave como los demócratas cristianos.

Los primeros chisporroteos han aparecido con la nómina de figuras de segunda línea del Ejecutivo, que recibieron cuestionamientos por parte de los sectores más de izquierda y que, finalmente, debieron dar un paso al costado pese al respaldo manifestado por la mandataria electa.

Bachelet asume aceptando el desafío de consolidar el crecimiento registrado por la economía chilena durante el mandato del gobierno de derecha de Sebastián Piñera, en un momento en que se prevé un cambio de escenario no favorable para el proyecto del nuevo gobierno. La promesa de adoptar 50 medidas de peso en los primeros cien días de gobierno, entre ellas la puesta en marcha de una reforma tributaria que debería por un lado mejorar la desigualdad, que es la más alta de América latina y de la OCDE, aumentando la carga tributaria del sector empresario y de quienes más ganan, y por otro, asumir los costos de proyectos como el de la educación gratuita. La otra promesa, es una reforma constitucional que permita superar el vicio de legitimidad de la actual Carta Magna, parida durante la dictadura de Pinochet. Los acuerdos alcanzados con sectores de la derecha, hacen prever que sería viable la reforma.

El tema de la lucha a la desigualdad es el que marca más claramente la diferencia entre el gobierno saliente y el entrante. Para el primero, la solución del problema está confiada sobre todo a la posibilidad de acceder al mercado, por lo tanto al potenciamiento del sector empresario y mejorando la oferta de empleo (y es cierto que el cuadrienio se cierra habiendo generado un millón de puestos de trabajo y el nacimiento de miles de nuevas empresas), más que sobre la determinación de la igualdad como clave para la defensa del bien común. Para la Nueva Mayoría, o al menos gran parte de ella, la intervención del Estado es clave para la determinación de las reglas del juego en el que los ciudadanos intervienen en de la mayor igualdad posible.

El problema principal es si el nuevo gobierno logrará realizar su proyecto y, de este modo, generar mayor confianza. Si bien es cierto que Bachelet asume con la legitimación conseguida en las urnas, al haber triunfado con más de 20 puntos sobre su adversaria en las elecciones presidenciales, también es un hecho que más de la mitad de los votantes prefirieron quedarse en sus casa. Es muy difícil que el programa de gobierno de la Nueva Mayoría pueda llevarse a cabo en cuatro años. Los resultados más contundentes de la reforma tributaria proyectada se verán más bien hacia el tercero año de gobierno. 

Pero para conseguir esa continuidad, será clave dar claras muestras de estar cambiando las condiciones de desigualdad enquistadas en el sistema económico- productivo y social y así ganar la confianza de millones de ciudadanos que descreen de la política.

miércoles, 5 de marzo de 2014

En busca de una salida

Rusia desmovilizó las tropas a la frontera, pero sigue una tensa calma. En París se reunen los cancilleres de Rusia y los Estados Unidos, aunque se enfrían los contactos y hay dudas de que se realizará la cumbre del G8 en Sochi, ya sede de los juegos olímpicos invernales. ¿Habrá un punto de equilibrio?

¿Vuelve la calma en la caliente región ucraniana? Al menos por el momento sí. Hoy el ministro de relaciones exteriores ruso se reunirá con su par de los Estados Unidos. Lo cual, es de por sí una buena noticia. El presidente ruso Vladimir Putin anunció ayer que los militares movilizados a la frontera con Ucrania para realizar “ejercitaciones” regresaron a sus cuarteles. Y que su gobierno, el cual por las dudas ya recibió el mandato del parlamento ruso para una eventual intervención armada, se reserva la opción de intervenir en caso de que Ucrania caiga en el caos. “Si llegara a tomar esa decisión, sería completamente legítima según el derecho internacional, ya que nos lo ha pedido el presidente legítimo [de Ucrania]”, dijo. En efecto, Moscú no reconoce al nuevo presidente por considerar que hubo un golpe de Estado. Moscú teme por los derechos de la importante minoría rusa en el país, en especial en el sur y este.

En estos días, la escalada entre Washington y Moscú hizo temer por un nuevo y más grave conflicto. La Casa Blanca ordenó cancelar todo tipo de citas de la agenda bilateral con Moscú, incluyendo los juegos invernales paralímpicos de Sochi, al tiempo que el propio presidente Barack Obama lanzaba advertencias al gobierno Ruso. Más sanciones, como algunos solicitaban no era posible. Por un lado porque el comercio entre los dos países es realmente mínimo. Por otro, porque ya se supo que, por ejemplo, el Reino Unido no adheriría a ese tipo de castigo, postura que no cayó muy bien entre sus aliados. Por otra parte, entra en una etapa de indefinición la celebración, también en Sochi, de la cumbre del G8 prevista para junio. Putin pareció desafiante, cuando dijo a la prensa que ellos seguirán preparando el evento: “Si no vienen los otros, allá ellos”.

La Casa Blanca ya anunció una ayuda inmediata de mil millones de dólares para Kiev, cuyo gobierno tiene que reunir 35 mil millones de dólares para hacer frente a sus apuros económicos. El gobierno de Obama ya había informado en diciembre que invertiría 5 mil millones en Ucrania, por lo que la ayuda no es estrictamente una novedad.

No es fácil hacer previsiones en este momento. Putin es un político que sabe esperar el momento propicio. La reacción de Moscú ante los hechos que sacudieron Ucrania, esperó el cierre de la pantalla internacional concentrada en los juegos invernales de Sochi. Por lo tanto, no sería de extrañar que Moscú espere el momento de volver a fijar los precios del gas que le vende a Europa y que pasa por Ucrania. Y a Europa no debe convencerle mucho pagar los platos rotos de una pulseada entre Washington y Moscú. El gas ruso representa el 15% de su demanda energética. Y la empresa Gazprom ya anunció que no se aplicarán a Kiev los sustanciosos descuentos vigentes al precio del combustible a partir de abril (menos de 270 dólares la unidad métrica en lugar de 400). A la Unión Europea, jaqueada por la crisis, teme la posibilidad de represalias económicas provenientes del Este

La otra pregunta es si podrá mantener la unidad territorial ucraniana. En el este del país y en Crimea la población rusófona es importante y hay mucho temor a una política discriminatoria. La interceptación de la conversación telefónica entre la Secretaria de Estado adjunta Victoria Nuland (adscripta a la región) y el embajador estadounidense en Kiev, dejó bien en claro hasta que punto, incluso por encima de sus aliados europeos, la Casa Blanca es la que incidió e incide en las decisiones del nuevo gobierno ucraniano. Al respecto, parece una paradoja la queja de Noland por la publicación de una conversación privada, puesto que su país se dedica a espiar prácticamente al resto del mundo.

Hay algunas cuestiones en juego: una gran parte de Ucrania desea vincularse más a Europa, donde ve mayores perspectivas de desarrollo en el proyecto de la Unión Europea. Pero si esto significa, como ya pasó con Polonía y otros países del Este europeo, traer la OTAN hasta la frontera con Rusia, habrá una reacción de Moscú. Putin, además, quiere garantizar a las minorías rusófonas el respeto de sus derechos y en el caso de Crimea, su autonomía, la que hoy garantiza a Moscú sus bases en el mar Negro, que es el también el acceso al Atlantico, via Mediterráneo, sobre todo en invierno.

Ante la asertividad rusa, que desde hace años ha dejado de aceptar pasivamente la erosión constante de su área de influencia por parte de Washington, y la incapacidad de la Casa Blanca de comprender que el mundo ha dejado de recibir y aplicar supinamente sus órdenes, se diría que la alternativa al recurso de las armas, que destaparía ulteriormente la caja de Pandora ucraniana, es negociar estos puntos hasta encontrar un nuevo equilibrio.

No es lo mejor que puede producir la política. Tiene algo de desquiciado esta lucha por la hegemonía en un mundo cuyo modo de funcionar no tiene sustentabilidad económica, ni social ni ambiental.

martes, 4 de marzo de 2014

Una oportunidad de encuentro

El fallo de La Haya sobre los nuevos límites marítimos entre Chile y Perú movilizó a Bolivia para retomar su pedido a fin de conseguir el ansiado acceso al Pacífico. El crecimiento económico de los tres países podría ser factor de acercamiento.

El 27 de enero, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya emitió un fallo que posiblemente incidirá en las siempre delicadas relaciones entre Perú, Chile y Bolivia. Hay que recordar que la Guerra del Pacífico (1879-1883) terminó victoriosamente para Chile, sobre Bolivia y Perú, y con la anexión de 120.000 km cuadrados de territorio que hoy compone el extremo norte chileno. Esa región era antes parte del sur peruano y de Bolivia que, desde entonces, perdió su acceso al océano Pacífico (1).

Sucesivos tratados definieron las fronteras entre Perú y Chile fijando en modo inequívoco, según la postura chilena, los límites terrestres y marítimos. Opinión que Perú no compartía y ante la negativa chilena a sus reclamos sobre los límites marítimos, en 2008 interpuso una demanda ante la CIJ que los dos gobiernos se comprometieron a respetar y acatar.

Volviendo al fallo de fines de enero, éste dio parcialmente la razón a Perú, avalando la tesis de que los límites marítimos debían definirse a través de una línea equidistante que repartiría así equitativamente el mar hasta las 200 millas náuticas, donde termina la Zona de Exclusión Económica (ZEE) (2), en la que un país ejerce derechos sobre los recursos presentes en esas aguas. La Corte, sin embargo, entendió que por los tratados previos existentes, el límite se proyecta sobre el mar siguiendo el paralelo que pasa por el hito 1 de la frontera terrestre (tesis chilena), hasta las 80 millas marítimas para, desde allí, transformarse en una línea equidistante hasta completar las siguiente 120 millas de la ZEE (ver el mapa).

Finalmente, Chile perdió poco y Perú obtuvo algo. Si bien los chilenos perdieron unos 22.000 km2 de su ZEE, la decisión no afectó la actividad pesquera de la zona, ya que más del 99 % de ésta se desarrolla dentro de las primeras 50 millas. A su vez, Perú obtuvo, además, por la proyección de su ZEE, otros 30.000 km2 de aguas que antes eran internacionales.

Sin embargo, algunos puntos de la sentencia han movilizado al gobierno boliviano, que en abril del año pasado también presentó una demanda ante la CIJ en la que pide que Chile negocie de buena manera su salida al mar. En el punto 17, el fallo recuerda que Chile adquirió su independencia en 1817 y Perú en 1821, y que los dos países no tenían frontera común ya que, en ese entonces, se interponía el territorio todavía español de Charcas, que en 1825 se transformó en Bolivia. Lo cual echa por tierra la tesis, absurda, de que Bolivia nunca tuvo acceso al mar.

La Corte, además, despejó dudas acerca de cómo proyectar el límite marítimo de un eventual corredor que permita a Bolivia acceder al mar. Como oportunamente señaló el ex presidente boliviano Carlos D. Mesa, puesto que no es viable que un corredor parta en dos el territorio chileno, necesariamente éste seguirá del lado norte el actual límite con Perú. Por lo tanto, Lima jugará en la cuestión un rol importante.

Esto tiene como corolario un tema sensible: como el reclamo boliviano es de acceso al mar con soberanía, por angosto que sea el corredor supondrá un recorte de las aguas territoriales chilenas en una zona de mucha actividad pesquera.

A comienzos de feberero, el gobierno de Evo Morales se abocó a la tarea de afinar su estrategia en el tema ya que el 11 de ese mes asumió funciones el nuevo gobierno chileno de la presidenta Michelle Bachelet, con quien en 2006 Morales abrió una agenda de 13 puntos que también incluía este tema. Pese a que el punto fue abandonado, en La Paz se especula que la relación con el nuevo ejecutivo será mejor, considerando las tensiones que hubo en los últimos dos años.

Para los ex ministros de Exteriores consultados por Morales, la demanda ante la CIJ “está bien encaminada”. El mandatario boliviano quiere fortalecer las débiles relaciones diplomáticas con Santiago, limitadas al máximo desde 1962, puesto que pese a la presencia de una importante comunidad boliviana en Chile, sólo hay una representación consular. Y también intentará mantener abierto el canal de diálogo con el nuevo gobierno. Aunque, en este sentido, la existencia de una demanda no es exactamente una ayuda para ello, como ya lo ha afirmado el canciller chileno designado, Heraldo Muñoz.

Para Armando Loaiza, ex canciller, “lo importante es superar esta atmósfera enrarecida, tensa, crispada de las relaciones (binacionales) en los últimos dos años y restaurar las confianzas que también se han deteriorado mucho”. Como muestra, cabe recordar la cláusula que impide a la Argentina transferir a Chile el gas que compra a Bolivia.

Otra posible variante que podría ser tomada en cuenta a la hora de negociar es la de reflotar una vieja propuesta de intercambiar “mar por tierra”. Hay zonas de la frontera entre los dos países en los que existen disputas por los recursos hídricos, tan necesarios al árido norte chileno.

Posiblemente, un factor clave para superar décadas de separación y prejuicios lo constituyen las nuevas circunstancias económicas que están favoreciendo el crecimiento económico de los tres países, que tienen más intereses comunes de los que la mentalidad corriente está dispuesta a admitir. Comenzando por el hecho de que cada uno es punto de paso para los corredores bioceánicos que, uniendo la ribera atlántica y la pacífica, permitirán aprovechar el auge del comercio con Asia.

En efecto, el comercio trilateral sigue creciendo. Los ingresos de peruanos a Chile han superado a la cantidad de turistas provenientes de la Argentina, de donde arribaba la mayor cantidad de visitantes. A su vez, entre 2008 y 2012 creció sensiblemente el comercio entre Chile y Bolivia: un tercio del diesel y la gasolina que Bolivia importa proviene de Chile. Acaso el camino para superar viejos problemas pasa por las oportunidades que brinda la economía y que los nacionalismos exacerbados no suelen ver con claridad


1- Por razones de espacio es imposible ampliar más este delicado tema. Se sugiere consultar otras fuentes sobre el conflicto, sus causas y efectos posteriores.

2- Hay que distinguir entre las aguas territoriales, que abarcan las primeras 12 millas marítimas (1 milla = 1.852 m), y que integran el territorio soberano de un país, de las sucesivas 188 millas hasta completar las 200 sobre las cuales se ejercen sólo derechos exclusivos (ZEE).

domingo, 2 de marzo de 2014

Los intereses que chocan en Ucrania

Más allá de las protestas y el descontento por la conducción del país, han entrado en colisión el interés ruso de mantener el país en su esfera de influencia y la voluntad de Washington de atraer a los ucranianos hacia Occidente. Un rumbo que los ciudadanos de este país eslavo todavía no han definido.

Como a menudo sucede, cuando intereses poderosos intervienen polarizando conflictos, se torna difícil hacerse una idea cabal de ciertos acontecimientos políticos.

Es, entre muchos otros, el caso de Ucrania, donde en este momento chocan, en realidad, dos intereses contrapuestos: el de Rusia, que apunta a mantener este país en su esfera de influencia y el de los Estados Unidos, que decidió invertir 5 mil millones de dólares precisamente para atraer a los ucranianos hacia Occidente (es decir, hacia su esfera de influencia que incluye la Unión Europea y la OTAN), representada concretamente por la Unión Europea.

Por cierto, en el medio está el poder corrupto e ineficiente de un gobierno que ha favorecido a la rica oligarquía del país. Los estallidos siempre parten de hechos reales, aunque esos mismos son utilizados políticamente.

En los días que han enlutado el país, se podían ver, en Occidente, las imágenes (censuradas por cierto) de la represión policial y en Rusia las imágenes de las fuerzas de seguridad acosadas por grupos notablemente organizados, con capacidad operativa durante noches enteras de exposición al rígido invierno ucraniano. Un poco demasiado para que se pueda creer a la espontaneidad.

La discusión entre los ucranianos sobre una política exterior pro rusa o pro occidental no es nueva y no es de fácil solución. A lo largo y ancho del país, encontramos posturas opuestas mezcladas en diferentes proporciones según nos encontremos en la zona central, sur occidental, oriental o directamente en las regiones con mayor presencia de inmigrantes rusos (el 12% de la población).

Todo esto tiene su historia y sus llagas, las que en los momentos de exasperación afloran con toda su dureza. A lo largo de las décadas, la rusificación de territorios azotados por las carestías que decretaron la muerte de millones de ucranianos durante el período estalinista, ha marcado profundamente sentimientos nacionalistas. Stepan Bandera fue el iniciador de la organización que luchó primero contra los polacos dominadores y luego contra los soviéticos. Se le acusa de nazismo, posiblemente por su papel contra la Ejército Rojo durante y luego de la Segunda Guerra Mundial. Historias que solemos desconocer. Así que en el país se cruzan sentimientos nacionalistas, paneslavos, de fuerte identidad ucraniana pero abiertos a Occidente, de vínculo cultural o económico con Rusia.

Por otra parte, desde el desmoronamiento del imperio soviético, para los Estados Unidos quedó claro que la independencia de Ucrania asestaba un golpe letal a cualquier intento ruso de volver a adquirir el papel de potencia mundial, capaz de enfrentarse de igual a igual. De ahí la política de atracción hacia Occidente de Georgia, Ucrania y varios de los países de Asia Central (el “vientre blando” del imperio soviético). Para eso, Washington no ha escatimado recursos: con inversiones, por ejemplo, en oleoductos para quitar a Moscú el monopolio del transporte de combustibles, financiando organizaciones y hasta medios de comunicación para ir “preparando” la opinión pública y las elites, se intervino en la política local en ciertos casos al borde del golpe de Estado.

Moscú, por supuesto, no se quedó a mirar. El presidente ruso Vladimir Putin contempla con horror la eventualidad de que Ucrania termine siendo parte de la OTAN. Por ese territorio pasan los gasoductos que abastecen el país y, luego, llegan hasta Europa, y cada encontronazo con el gobierno ruso, en estos años, se transformaba en el cierre de la manija del gas, pese a que las temperaturas invernales suelen bajar 20 y 30 grados bajo cero. Así como ha tratado de recuperar la confianza de los países caucásicos y centro asiáticos... como fuera. Putin y su diplomacia no suelen ser sutiles.

Es éste el contexto en el que se han verificado los últimos acontecimientos en Ucrania, derivados en la fuga del presidente Viktor Yanucovich y la instalación de un nuevo gobierno.

Por supuesto, una vez que se recupere la calma y se salga de la contingencia del momento, vuelve el debate sobre cuál es el verdadero futuro de Ucrania: el que quieren los ucranianos o el que se pretende digitar tanto desde Moscú como desde Washington.