lunes, 28 de noviembre de 2011

Elecciones en Marruecos

Luego de las elecciones tunecinas, y mientras en Egipto comenzó hoy la ronda electoral que debería dar forma al próximo Parlamento, en Marruecos el partido islámico Justicia y Desarrollo (PJD) ganó las elecciones realizadas en el fin de semana. La agrupación se aseguró 107 de las 395 bancas. El rey Mohammed VI deberá entonces indicar el primer ministro entre los miembros del partido ganador, aunque el secretario general del PDJ, Abdelilah Benkirane ya anunició que se formará un gobierno de coalición. "Necesitamos alianzas para trabajar juntos", sostuvo Benkirane. Las elecciones se enmarcan en los cambios promovidos por la llamada "primavera árabe" que en este país del Magreg (la región del norte de áfrica), aunque allí se procesaron en un contexto menos conflictivos. Ningún partido ha cuestionado la monarquía, ni como en Túnez se puso en discusión la matriz islámica de muchos grupos políticos.
Es precisamente el tan temido fundamentalismo el gran ausente en este gran movimiento de cambios nacido en la orilla africana del Mediterráneo. Muy a menudo, grupos como los Hermanos Musulmanes en Egipto, han ingresado a la arena política llevando un discurso más bien moderado o, en todo caso, sin posturas extremas.
Se esperan ulteriores noticias a partir del miércoles, cuando se conoceran los primeros resultados desde Egipto donde votará la zona más poblada del país. Mentras tanto la junta militar sigue manejando los hilos del poder. Hay posibilidades - en medio de una multitud de grupos políticos - que alcance la jefatura de gobierno Albaradei, antes a la cabeza de la Agencia de la ONU por la Energía Atómica (AIEA).  
 

jueves, 17 de noviembre de 2011

Irán: la cuerda se tensa

En Irán, aunque los gobiernos involucrados lo desmienten, ya comenzaron acciones preventivas (¿en vista de un ataque militar?). Hubo varios asesinatos en estas últimas semanas y también falleció un conocido experto en armas balísticas en ocasión de una misteriosa explosión en una base militar de los "Guardianes de la Revolución", que provocó 17 víctimas. Otros tres científicos han sido asesinados en estos días en Irán por comandos que actuaron con motos, además de varios virus informáticos que han afectado el sistema de instalaciones nucleares iraní. La sospecha recae sobre el Mossad israelí, los servicios de inteligencia de Reino Unido y Estados Unidos en coordinación con sectores de la oposición de las minorías étnicas en el país asiático.
En el caso de la explosión en la base militar de los Pasdarán (guardianes), el científico Hassan Moghaddam llevaba a cabo proyectos de misiles de largo alcance autárquicos. 
Por lo general, cuando con mucha dosis de malitencionada superficialidad se dice que Irán está próximo a desarrollar un arma atómica, por lo general se omiten algunos detalles. Primero, que junto con eso hay que desarrollar un vector que lleve la bomba, o sea, un misil que tenga la necesaria precisión. Cosa que por ahora ni Irán ni Corea del Norte han desarrollado. Segundo, que una sola bomba no es suficiente si cerquita Israel ya posee más de cien. Usarla sería un suicidio que, pese a las bravuconadas de su presidente, Irán no debe estar dispuesto a cometer.
En Libia las cosas comenzaron más o menos en este modo. Mientras tanto, hasta las Naciones Unidas parecen haber entrado en este juego peligroso, alimentado también por la dualidad del gobierno de Teherán empecinado en querer liderar el rescate de países hermanos, supuestamente en la fe. Un camino que promete muy pocos resultados positivos.

El fin del comienzo

La pesadilla italiana no termina con la renuncia de Silvio Berlusconi a la jefatura de Gobierno presentada el pasado 12 de octubre a las 20:00 hora de Roma. Comienza una larga noche para reconstruir, o intentar hacerlo, aquello que se ha caído a pedazos durante esta gestión devastadora: externamente la credibilidad de una de las economías más fuertes del planeta; internamente el valor de la ley y de las instituciones democráticas que para el común de la gente están ocupadas por los representantes de sectores privilegiados de la sociedad. Una verdadera "casta" como la llaman en Italia desde hace tiempo. 
El origen sospechoso de los capitales que han hecho de Berlusconi un magnate -un peritaje del Banco de Italia no pudo averiguar la proveniencia de su dinero en los años '80-, la presencia de elementos mafiosos en su misma casa (un empleado suyo miembro de la mafia siciliana) y entre sus colaboradores más cercanos (uno de ellos con una condena a 7 años no ejecutada por ser un senador), las modificaciones de normas penales para beneficiar sus actos de corrupción, y de los períodos de prescripción para que no fuera incriminado en varios procesos, más la abierta conducta escandalosa (involucrando a menores y a prostitutas) hacen del ex jefe de gobierno una figura repudiada en su país y en el exterior.
La sospecha de negociaciones espurias con la mafia lanza un cono de sombra sobre los poderes ocultos que desde siempre influyen sobre la política del país peninsular. Entre otros, el de la omnipresente masonería. La oposición no parece estar en condiciones de ofrecer una alternativa creíble al sistema. Cuando tuvo el poder optó por negociar con Berlusconi el manifiesto conflicto de intereses del magnate mediático, dueño de un imperio industrial entre los mayores del planeta. Berlusconi la liquidó arrasándola y hoy la oposición asiente casi inmóvil la decisión de los mercados de mandar a su casa a su adversario, porque la política nacional no lo habría podido hacer. No sólo, sino que tiene que tolerar la "ley de estabilidad", es decir el ajuste marca FMI que desde afuera se ha decidido aplicar. Italia ha sido intervenida. En el momento que más esperó, la oposición no quedará inmune de haber permitido este despojo de los asalariados italianos sin que apareciera una medida alternativa para que los sectores más privilegiados pagaran el precio más alto del descalabro del endeudamiento del país. Estos sectores le deberán mucho a Berlusconi. Más que el comienzo del fin, parece ser el fin del comienzo.